Las cuatros cartas en Philosophical Transactions. |
Tesser Samuel Kuckahn envía a mediados de 1770 cuatro cartas a Philosophical Transactions, publicación editada por la Royal Society de Londres, en las que expone sus métodos de conservación de aves. Esas cartas lo convierten en un autor indispensable en la historia de la Taxidermia. Abordemos su contenido.
En la primera carta de fecha 22 de mayo de 1770, Kuckahn revisa tres métodos utilizados hasta ahora para preservar las aves. Objeta sobre la utilización de la mezcla de alumbre, sal común y pimienta negra que, según el autor, generalmente se utilizaba como relleno de la cavidad ventral y en el cuello, en el método de evisceración del ave. El autor objeta que la sal favorece la humedad y la corrosión de los alambres que dan una forma natural a las aves. Los ojos si son de vidrio conservan su vivacidad, pero el resto del cuerpo se deforma, se pierden las actitudes, el color... Kuckahn afirma que "la experiencia ha demostrado que las aves así conservadas se corrompen tarde o temprano, y que son pasto de insectos". Sobre el método de inmersión en licor, Kuckahn dice que es bueno desde el punto de vista de la preservación, pero que no mantiene las proporciones, actitudes, las “gracias”, y por tanto, el ave no tiene vida y movimiento. El tercer método consiste en desollar las aves y preservar la piel con alumbre, sal y pimienta. El autor comenta que es el practicado en Alemania y Holanda, y el más generalizado en Francia desde hace bastante tiempo. Kuckahn admite que no es un mal método, pero plantea tres objeciones: que presenta gran dificultad, sobre todo en el desollado de pequeños pájaros muertos con arma; que una vez desollada la piel, muchas personas no guardan bien las proporciones del ave a la hora de montarla, especialmente el cuello, que desollado dobla su longitud; y que estos métodos no llegan a descarnar las alas y los cuartos traseros y que, consecuentemente, no se pueden aplicar productos preservativos. Finalmente, el autor propone su método como mejor, enfatizando que no sólo lo es desde el punto de vista de preservación del ave, sino también en lo referente a guardar las proporciones y las actitudes naturales. Y anuncia que lo tratará en futuras cartas.
En la segunda carta de fecha 31 de mayo de 1770, el autor aconseja algunas precauciones a tomar en el momento de recolectar las aves y sugiere cómo se deberán montar para que tengan una apariencia de vida. Deberá llevarse algodón para aplicarlo sobre los orificios causados por el tiro, e introducirlo en el cuello y evitar que el plumaje se ensucie de sangre. A las aves aún con vida "se les presionará el cuello con la uña del pulgar para matarlas sin ensuciarlas". Las aves se transportarán cogiéndolas por las patas –no por el cuello- "para evitar que el cuerpo pierda las proporciones". En algunas épocas del año, las aves están en mejores condiciones (color y fijación del plumaje). También serán mejores las aves mayores de dos años, pues presentan un plumaje adulto y completo. La segunda parte de esta carta la dedica a subrayar la importancia de montar el ave en una actitud natural, aunque Kuckahn dice que la palabra actitud no es suficiente para expresar su idea. El autor piensa en la “particular posición de las patas, las alas, la cabeza, el cuerpo, la colocación de las plumas y, en general, todo aquello que contribuye a expresar y marcar la particular acción y pasión del ave”. Pide atención especial al peso del cuerpo, al que atribuye un papel fundamental en el equilibrio.
En la tercera carta de fecha 28 de junio de 1770, Kuckahn facilita dos fórmulas. Una para la fabricación de barniz líquido, compuesta por 2 libras de trementina sin refinar, 1 libra de alcanfor y ¼ de libra de esencia de trementina. La otra fórmula es un compuesto o barníz seco que contiene ¼ de libra de corrosivo sublimado, ½ libra de preparado de salitre, ¼ de preparado de alumbre, ½ libra de flor de azufre (1), ¼ de libra de almizcle, 1 libra de pimienta negra y 1 libra de tabaco.
En la cuarta carta de fecha 5 de julio de 1770, Kuckahn describe su propio método para preparar y montar aves. Tras introducir algodón en la garganta y taponar los agujeros del tiro, se apartan las plumas del pecho, y en la mitad de este se practica una pequeña incisión con el fin de introducir un cañón de pluma por el que se soplará hasta que la piel se despegue de la carne. Luego se continúa la incisión hasta el ano. Se va separando la piel con cuidado de no ensuciar las plumas. Para evitarlo nos serviremos de algodón. Al llegar a los muslos de las patas, los huesos de estas se cortan con la ayuda de unas tijeras. Se continúa despegando la piel vigilando de no cortar los intestinos. Se procede igual con los huesos de las alas. Se continúa desollando el cuello en dirección a la cabeza. Al llegar a la base del cráneo, se recorta esta. Se vacian los sesos, y se seca el interior del cráneo con algodón. A la cavidad se le aplica, primero barniz líquido con la ayuda de un pincel, y luego el compuesto seco. Se procederá de igual forma con el exterior del cráneo y con la piel del cuello. Se descarnarán los huesos de las patas y se preservará la piel de estas con los mismos compuestos. Un alambre atravesará el ave desde el cráneo hasta la base de la cola. Las alas se descarnarán con tijeras y por su parte inferior, después de haber hecho un corte longitudinal hasta el codo. A la piel se le aplicará el barniz líquido y el compuesto seco. Se unirán las dos alas con la ayuda de un alambre fino y fuerte. Las patas se rellenarán con algodón empapado en barniz. Las patas se sujetarán al tronco a una altura de unas dos terceras partes de la longitud del cuerpo. Se aplicará barniz y compuesto a la parte interna de la piel del tronco, y se rellenará la cavidad con la siguiente mezcla de hierbas a partes iguales: atanasia, musgo blando, ajenjo, lúpulo y tabaco; todas ellas cortadas muy finas. Se fabricará un cuerpo de "madera blanda" (2), se le dará la forma más aproximada posible, se recubrirá de algodón y se introduirá en la piel tras haberla barnizado. Luego se coserá y se ordenará el plumaje. Los ojos se extraerán con destreza para no ensuciar el plumaje con el humor acusoso. Se limpiará y secará la órbita y se aplicará barníz. Se rellenará de algodón y se introducirán los ojos –que podrán ser de rosario y que serán de un tamaño algo mayor que los naturales-, que se fijarán cosiéndolos con hilo. Se rellenará el cuello. Kuckahn continúa su relato explicando cómo sujetar y cómo dar sus actitudes a las aves. Se atravesará cada pata con un alambre de acero afilado en una punta y que llegará hasta la cabeza –el autor dice que bastará con que a la cabeza solamente llegue uno de los dos alambres de las patas-. La base de la cola se fijará con otro alambre. El siguiente paso consiste en situarlo en la rama (o percha) con la ayuda de los alambres. Se colocará bien el cuello, la cabeza, las alas y las plumas. Las patas se barnizarán. El ave se dejará uno o dos días en un lugar ventilado para que el barniz penetre y se seque. Para evitar que los insectos dejen sus huevos y aparezcan larvas en el plumaje de las aves, será conveniente introducirlas -una vez bien secas- en vitrinas, barnizadas con líquidos alcanforados (mezcla de esencia de trementina con alcanfor) y con las juntas selladas con papel o masilla. El autor aconseja tener cuidado de que se ubiquen las piezas en lugares donde el sol no entre directamente. Kuckahn se despide del Presidente y de los miembros de la Royal Society apuntando la posibilidad de que en futuras ocasiones les comunique su método para preservar cuadrúpedos, peces, etc.
Las cuatro cartas en el Journal de Physique del abad Rozier. |
Se puede establecer como principal aportación de Kuckahn a la historia de la taxidermia, un desollado más completo que el primer y tercer método que proponía Réaumur y la mayor atención que presta en la aplicación de productos preservativos a todos los rincones de la piel y huesos de las aves. La consecución de una actitud natural en el acabado, a pesar de que Kuckahn la enfatiza, es un objetivo que Réaumur ya defendía.
Las reacciones de autores posteriores son dispares. Mauduyt (1773) critica los métodos de Kuckahn. Afirma que, si el argumento de Kuckahn para recomendar su método
consiste en cerrar las aves preparadas en
vitrinas selladas, este cae por si mismo, "pues reconoce que las aves se
deben aislar para no ser atacadas por los insectos". Así pues, su método de
preparación es como los demás, puesto que él mismo atisba el posible riesgo de
la acción de los insectos devoradores. Aún más –dice Mauduyt- no es igual a los
demás cuando obliga a un gasto superior. Mauduyt continúa la crítica exponiendo los riesgos de la inhalación y el
peligro de inflamabilidad del vapor que desprende la esencia de trementina al
calentarla para preparar el barniz que propone Kuckahn. También comenta el
riesgo de trabajar con sublimado corrosivo, "un veneno terrible". Lettsom (1775) se basa en los métodos de Kuckahn y añade anotaciones
para hacerlos "más simples y familiares". Considera
imposible hacer el cuerpo artificial de "madera blanda" con las mismas
proporciones del natural, y prefiere rellenar las cavidades con algodón o estopa. Pinel (1791) también se apoya en sus procedimientos cuando redacta su memoria destinada a los naturalistas embarcados en la expedición d'Entrecasteux, y los varía levemente con el propósito de mejorarlos. Nicolas (1800) le da la razón en la crítica que el autor inglés
hace en su primera carta a los tres métodos antiguos (evisceración, alcohol y desollado) que se usaban para preservar aves, tercer método que, por cierto -cita
Nicolas-, “habían adoptado los más grandes naturalistas, como Réaumur, Mauduyt,
Manesse, Daudin, etc.”. Cuando Nicolas, en su tratado, aborda el capítulo dedicado a la preparación de las aves empieza citando
nuevamente a Kuckahn, cuya
segunda carta reproduce casi por completo para evitarse los comentarios y para que el
lector pueda juzgar por si mismo. Luego aborda el método que Kuckahn trata en
su tercera y cuarta cartas. Tras describirlos, los desaprueba por ineficaces. Hénon y Mouton-Fontenille (1801) se limitan a citar a Kuckahn
cuando resaltan la importancia de dar a las aves una actitud natural en el
momento de montarlas.
Una curiosidad. Aunque en el título del artículo que recoge las cuatro cartas en Philosophical Transactions aparece Kuckhan como apellido del autor, en la firma de las cuatro cartas figura Kuckahn, con la hache tras la letra a. Los autores posteriores tampoco nos han ayudado a aclaran cuál es la grafía correcta del apellido de nuestro protagonista. Unos han escrito Kuckahn y otros Kuckhan. En nuestro caso, nos decantamos por fiarnos de la firma que aparece en las cuatro cartas y atribuir al título un error en la transcripción.
Conozco pocos datos biográficos de Kuckahn. En el año 1770 se hallaba en Londres y vendió una "pequeña pero selecta" colección de insectos de las Indias Occidentales al conocido entomólogo inglés Dru Drury. A mediados de 1770 Philosophical Transactions publicó sus cartas. Sabemos que en mayo de 1771 a través de Mr. Daines Barrington, miembro de la Royal Society, envió a esta un topo de Norteamérica, y que ya había enviado con anterioridad aves e insectos. Sabemos de su afición a la entomología, pues en 1772 donó a la Royal Society el libro Specimens of Flies and others Insects of Jamaica. El 4 de junio de 1772 fue elegido miembro colonial de la Royal Society. El 28 de abril de 1774 donó a la Royal Society una caja con insectos de Jamaica. La fecha de su muerte, según consta en los archivos de la R. S. fue en 1776. También he encontrado un acta privada de 1793, publicada en The Laws of Jamaica (1811) por la que se le conceden a los hijos e hijas mulatos de Tesser Samuel Kuckahn (Robert, Edward, Samuel, William, Thomas, Jane, Mary y Ann), los mismos derechos y privilegios que a los ciudadanos ingleses, nacidos de padres blancos, pero bajo algunas restricciones. Conocemos una declaración escrita de William Brooks King, que actúa como procurador de la propiedad Adam Dolmage, fiduciario de T.S. Kuckahn, en la que afirma que en el año 1826, en la plantación llamada Charlottenburg, ubicada en la parroquia de Saint Andrew y dedicada al cultivo de café, trabajan 59 esclavos.
Recapitulando los datos del párrafo anterior podríamos confeccionar una breve biografía que se resumiría como sigue: Tesser Samuel Kuckahn (?-1776), naturalista inglés, propietario de plantaciones de café en Jamaica, donde residió y tuvo, al menos, siete hijos mulatos. Coleccionó y preparó insectos y aves, que también envió a la Royal Society de Londres, sociedad de la que fue miembro a partir de 1772.
Notas.-
(1) Azufre pulverizado muy fino obtenido por precipitación o sublimación. También se obtiene de Bauhinia tomentosa.
(2) Traducción literal de soft wood. Algunos autores ingleses se refieren a la viruta con esa expresión, y probablemente Kuckahn fuera uno de ellos. Otros se referirán más tarde a ella como wood wool, efectivamente lana o viruta de madera, lo que en los Estados Unidos se conoce como excelsior. Se antoja impensable por impracticable que el cuerpo lo confeccionara Kuckahn con madera blanda, teniendo en cuenta además que debía ser atravesado por un alambre longitudinalmente de cabeza a cola.
Notas.-
(1) Azufre pulverizado muy fino obtenido por precipitación o sublimación. También se obtiene de Bauhinia tomentosa.
(2) Traducción literal de soft wood. Algunos autores ingleses se refieren a la viruta con esa expresión, y probablemente Kuckahn fuera uno de ellos. Otros se referirán más tarde a ella como wood wool, efectivamente lana o viruta de madera, lo que en los Estados Unidos se conoce como excelsior. Se antoja impensable por impracticable que el cuerpo lo confeccionara Kuckahn con madera blanda, teniendo en cuenta además que debía ser atravesado por un alambre longitudinalmente de cabeza a cola.
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Taxidermidades, 2013.
Bibliografía:
Jacques-Marie Hénon y Jacques-Marie-Philippe Mouton-Fontenille de la Clotte Observations et experiences sur l’art d’empailler et de conserver les oiseaux , Bruyset Ainé et Compagnie, Lyon, 1801.
Tesser Samuel Kuckahn Four Letters from Mr. T. S. Kuckhan, to the President and Members of the Royal Society, on the Preservation of dead Birds, Read May 24-July 5, 1770, Publicadas y extraidas del volumen anual de The Philosophical Transactions of the Royal Society of London, vol. 60, Londres, 1770.
Tesser Samule Kuckahn Lettres de M. Kuckhan aux Président et Membres de la Société Royale de Londres, sur la manière d'embaumer les oiseaux, en Observations sur la Physique, sur l'Histoire Naturelle et sur les Arts , vol. 2, París, agosto de 1773.
John Coakley Lettsom Le Voyageur naturaliste, ou instructions sur les moyens de ramasser les objects d'Histoire Naturelle, et les bien conserver. Avec des observations propes à étendre les recherches relatives aux conneissances humaines en général , Lacombe, Amsterdam y París, 1775.
Pierre-Jean-Claude Mauduyt de la Varenne Lettre sûr la manière de conserver les animaux desséchés , en Observations sûr la Physique, sûr l’Histoire Naturelle et sûr les Arts, vol. 2, París, noviembre de 1773.
Pierre-François Nicolas Méthode de Préparer et Conserver les Animaux de toutes les classes, pour les Cabinets d’Histoire Naturelle, F. Buisson, París, 1800.
Philippe Pinel Mémoire sur les moyens de préparer les Quadrupèdes et les Oiseaux destinés à former des Collections d'Histoire Naturelle , tomo 39, Observations sûr la Physique, sûr l’Histoire Naturelle et sûr les Arts , Paris, agosto de 1791.
Recursos:
Artículo Mauduyt, defensor de las fumigaciones sulfurosas en Taxidermidades.