La
familia Benedito ha sido, sin lugar a dudas, una de las sagas de taxidermistas
más conocidas de España. El iniciador fue José Maria Benedito Mendoza
(Valencia, ?-1899), taxidermista establecido en Valencia a finales del siglo
XIX, en la calle Corregería, 24. Al igual que en otras grandes ciudades, como París (Verreaux, Deyrolle, Dreyfus, Lassalle...), Londres (Ward), o la más cercana Barcelona
(Darder), su negocio surtía de objetos de Historia Natural a
coleccionistas e instituciones de enseñanza. Además de ejercer como comerciante y
taxidermista por encargo, fue Preparador del Gabinete de Historia Natural de la
Universidad de Valencia, plaza dotada con un sueldo de 8.000 reales al año. Su
especialidad eran las aves acuáticas y, más tarde, las cabezas de toro que le
encargaban los toreros de la época. De su trabajo se conservan unos treinta ejemplares que se exponen en el Museo de Historia Natural de la Universitat de Valencia (1). Falleció repentinamente de un ataque
cerebral a los 53 años. Dejó esposa y siete hijos, todos ellos menores de 25
años, entre los que se encontraban sus continuadores, José Maria y Luis.
Los hermanos Benedito con sus ayudantes en el Laboratorio de Taxidermia del Museo, en 1914 (2). |
José María Benedito Vives (Valencia, 1873-Madrid, 1952), el primogénito, trabajaba de contable y ayudaba en sus horas libres a su padre. Tras el fallecimiento de este, abandonó su trabajo y se puso al frente del negocio familiar. En 1905, gracias a la mediación de un ingeniero agronónomo de la Casa Real, valenciano como él, recibió el nombramiento de Proveedor Real y Naturalista-Disecador del rey Alfonso XIII. A partir de ahí, gracias a la mediación de otro amigo, el ministro de Fomento, y a la amistad de este con Ignacio de Bolívar, director del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, en 1907 José María Benedito obtuvo la plaza de Disecador del Laboratorio de Taxidermia del museo. José María Benedito Vives empezó a trabajar en el Museo de Ciencias de Madrid en 1907.Al año siguiente, la familia Benedito se traslada al completo a Madrid, abriendo un nuevo taller de Taxidermia en la calle Ramón de la Cruz, número 12. El joven Luis Benedito Vives (Valencia, 1885-Madrid, 1955) se incorpora al trabajo del taller. A mediados de 1911 al menor de los hermanos le sería concedida una beca de estudios de 350 pesetas mensuales más los gastos de viaje y matrículas. Bolívar hacia años había mantenido contactos con Herman H. ter Meer (3) un taxidermista del Museo de Leiden, Países Bajos, que había dado a conocer su técnica a numerosos museos de todo el mundo, también al de Madrid. En otoño de 1911 Luis se traslada a Leipzig, Alemania, donde ejercía Ter Meer desde 1907, y allí permanecerá durante cinco meses convirtiéndose en uno más de los discípulos que formaría el maestro holandés.