"El Rinoceronte" de Durero.


En el año 1514, el sultán Muzafar II de Gujarat, en el oeste de la India, envió como regalo al rey Emanuel I de Portugal –que dominaba extensas regiones en aquel lugar- un exótico animal: un rinoceronte. En realidad, el sultán hizo su regalo al gobernador de la India portuguesa, don Jaime de Albuquerque que, no sabiendo muy bien qué hacer con el animal, se lo envió a su soberano. El rinoceronte llegó a Lisboa el 20 de mayo de 1515. El 3 de junio el rey de Portugal hizo enfrentar al rinoceronte, que se alojaba en la casa de fieras del palacio de Ribera, con uno de sus elefantes más jóvenes, para comprobar lo que el romano Plinio el Viejo había escrito en su Historia Naturalis en el año 77, que estos dos animales eran grandes enemigos. El elefante, espantado ante la muchedumbre que quería presenciar el combate, huyó aterrorizado ante el lento avance de su adversario.
 

Dibujo a tinta del Rinoceronte de Alberto Durero. Museo Británico.

 
Pronto, el rey de Portugal decidió regalar el rinoceronte, de nombre Ganda, al zoológico del Papa León X. Un año antes, el rey ya había regalado un elefante indio al Papa, que quedó muy satisfecho. Esos regalos perseguían obtener los favores papales que ayudaran a mantener los privilegios portugueses en las tierras exploradas en Extremo Oriente. En diciembre embarcó de nuevo el rinoceronte,  junto a otros suntuosos regalos, con destino a Roma.

Los historiadores coinciden en que la noticia del animal despertó la curiosidad en Europa y que hasta el rey de Francia, Francisco I y su esposa deseaban verlo. No se había visto uno desde la época de los romanos (1). El buque que transportaba al rinoceronte se detuvo el 24 de enero de 1516 en una isla cercana a Marsella, donde se desembarcó el animal para que el rey francés pudiera ver cumplido su deseo.

Al reemprender su viaje, y debido a una tormenta, el barco naufragó al cruzar el estrecho de Portovenere, en la costa de Liguria.  El rinoceronte, que viajaba en cubierta sujeto con unos grilletes, murió ahogado. Su cadáver fue recuperado cerca de Villefranche-sur-Mer y su piel fue devuelta a Lisboa, donde se rellenó de nuevo. El rinoceronte disecado llegó finalmente a Roma en febrero de 1516, ciudad en la que se exhibió durante un tiempo. Los pintores Rafael y Giovanni da Udine lo inmortalizaron en sus cuadros. 

[Una apreciación del autor de este artículo: En el corto espacio de tiempo de un mes, se supone que Ganda viajó de vuelta a Lisboa, allí se disecó y, de nuevo, volvió a viajar hasta Roma. Esa es la versión de los historiadores. Desconozco si existen o no documentos que prueben ese último viaje de ida y vuelta o que se disecara en Lisboa. Una posibilidad remota es su preparación en Francia o en Italia. La especulación más razonable de todas es que el animal se disecara en Italia, donde está demostrada la existencia de gabinetes de curiosidades durante el Renacimiento. Quizá algún lector me pueda aportar información.]

El destino final del rinoceronte se desconoce. Se especula con la posibilidad de que se destruyera a causa del incendio que asoló Roma en 1527. Otros historiadores defienden que la familia Médicis lo trasladó a su palacio de Florencia.

En junio de 1515, Valentim Fernandes, agente comercial, vio el rinoceronte en Lisboa y lo describió en una carta que envió a un amigo suyo de Núremberg. Parece que también adjuntó un dibujo. La carta original, escrita en alemán, no se conserva, pero sí una copia en italiano en la Bibliteca Nazionale Centrale de Florencia
. La carta y el dibujo llegaron a manos del pintor y grabador alemán Alberto Durero (1471-1528) que, sin haber visto el animal, hizo dos dibujos a tinta y un grabado a partir de uno de los dibujos.

Una de las grandes pasiones del pintor alemán Alberto Durero fueron los animales. Era capaz de caminar días y días para dibujar una ballena o una morsa. Durero no vió aquel rinoceronte pero lo dibujó. Hizo copias de la xilografía y las vendió como hoja volante. Hizo un buen negocio. Los alemanes apenas tenían ocasión de ver animales de otros continentes. 
 

Grabado del Rinoceronte de Durero. Museo Británico.

 
La inscripción del grabado, basada en la descripción del romano Plinio el Viejo, es la siguiente:
   "El  primero de mayo del año 1513 [sic], el poderoso Rey de Portugal, Manuel de Lisboa, trajo semejante animal vivo desde la India, llamado rinoceronte. Esta es una representación fiel. Tiene el color de una tortuga moteada, y está casi completamente cubierto de gruesas escamas. Es del tamaño de un elefante, pero tiene las patas más cortas y es casi invulnerable. Tiene un poderoso y puntiagudo cuerno en la punta de su nariz, que afila en las rocas. Es el enemigo mortal del elefante. El elefante se asusta del rinoceronte, pues, cuando se encuentran, el rinoceronte carga con la cabeza entre sus patas delanteras y desgarra el estómago del elefante, contra lo que el elefante es incapaz de defenderse. El rinoceronte está tan bien acorazado que el elefante no puede herirlo. Se dice que el rinoceronte es rápido, impetuoso y astuto."
Tanto en el dibujo como en el grabado, en la leyenda, aparece el año 1513 en vez de 1515. Esa es una de sus particularidades. El grabado mide 23,9x29,8 cm.

El grabado de Durero fue muy popular en Europa y profusamente copiado e imitado por numerosos artistas gráficos y escultores,  reproducido en grabados insertados en libros de grandes naturalistas y tomado como modelo en porcelanas, escudos y emblemas. Durante siglos marcó la imagen que los europeos tuvieron del rinoceronte.

Después de la muerte del artista, el grabado original se reeditó hasta en siete ocasiones. El dibujo original a tinta de Durero se conserva en el Museo Británico de Londres, que también dispone de un grabado original.


Vídeo sobre la historia de Ganda y la Torre de Belem de Lisboa. (3'01")


Del 26 de junio al 9 de septiembre de 2007 tuvo lugar en el Museo Guggenheim de Bilbao una exposición de 165 grabados pertenecientes a la colección Museo Städel de Frankfurt, entre los que se encontraban los más representativos de Alberto Durero. Entre las obras maestras que allí se expusieron pudimos ver una de las copias del famoso Rinoceronte. Aquellas láminas, por motivos de conservación, sólo se habían expuesto antes en el año 1971, con motivo de la celebración del 500 aniversario del nacimiento del artista. Entre el 27 de septiembre de 2007 al 6 de enero de 2008, los grabados se expusieron en el Museo Städel.
  
Una exposición antológica de pinturas y grabados de Alberto Durero la pudimos contemplar en el Museo del Prado de Madrid del 8 de marzo al 29 de mayo de 2005, con obras provenientes en su mayoria de la Graphische Sammlung Albertina de Viena, complementadas con las pinturas de la colección del Prado. El grabado del rinoceronte fue el icono de la exposición Durero y su legado: la obra gráfica de un artista del Renacimiento con la que el Museo Británico de Londres celebró en el año 2003 el 250 aniversario de su fundación.


Notas.-
(1) Casi todos los rinocerontes precedentes son conocidos por los nombres de los emperadores romanos de la época, que mayoritariamente los trajeron para que participasen en los Juegos que organizaron. El primer rinoceronte que pisó suelo europeo fue, según Plinio el Viejo, el rinoceronte indio de Pompeyo, que participó en la inauguración del recién estrenado Campo de Marte donde se celebraron los Juegos romanos del año 55 a.C.. Cicerón, que asistió a aquellos juegos, describe la presencia de elefantes pero no de rinoceronte alguno. Según el historiador Dion Casio, el primer rinoceronte que llegó a Roma fue el conocido como rinoceronte de Octavio, que se exhibió en el año 29 a.C. en el Campo de Marte durante las celebraciones por la conquista de Egipto. Aquel rinoceronte quizá fuera un regalo diplomático de algún soberano indio a Cleopatra. A aquellos primeros les siguieron el rinoceronte de Augusto -o 8-, el rinoceronte africano de Domiciano -año 86 u 88-, el también rinoceronte africano de Antonio Pío -hacia el año 148-, el  de Cómodo -años 181-192?-, el rinoceronte de Caracalla -años 211-217-, el de Heliogábalo -años 218-222-, y finalmente el rinoceronte que en el año 248 participó en los actos conmemorativos de los mil años de la fundación de la ciudad de Roma que organizó el emperador Filipo el Árabe. El siguiente rinoceronte del que se tiene constancia que llegó a Europa es Ganda, nuestro protagonista, ya en la Época Moderna.


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Taxidermidades, 2012.


Bibliografía:
Giulia Bartrum  Albrecht Dürer and His Legacy. The Graphic Work of a Renaissance Artist  , British Museum, Londres, 2002.
Adam Bartsch   Le Peintre-Graveur , Viena, 1808.
José Manuel Matilla (ed.)  Durero. Obras  maestras de la Albertina   Museo del Prado, Ediciones El Viso, Madrid, 2005.
Joseph Meder  Dürer-Katalog. Ein Handbuch über Albrecht Dürers Stiche, Radierungen, Holzschnitte, deren Zustände, Ausgaben und Wasserzeichen , Viena, 1932.
Walter Oppenheimer   "Durero y su Legado" abre los festejos por el 250º aniversario del Museo Británico  ,  El País, Madrid, 4 de enero de 2003.
L. C. Rookmaaker  The Rhinoceros in Captivity. A list of 2439 rhinoceroses kept from Roman times to 1994  , SPB Academic Publishing, La Haya, 1998.
Martin Sonnabend (ed.) Alberto Durero. Grabados del Städel Museum  Guggenheim Bilbao Museoa y Städel Museum, DuMont Literatur und Kunst Verlag, Frankfurt, 2007.
Charles W. Talbot (ed.)  Dürer in America. His Graphic Work  , National Gallery of Art, Washington D.C., 1971.
Friedrich Winckler  Die Zeichnungen  Albrecht Dürers , Berlín, 1936-1939.

Recursos:
Biografía de Alberto Durero en Wikipedia.
Página del Museo Británico dedicada al Rinoceronte de Alberto Durero.