"Correo árabe atacado por leones" de Édouard Verreaux.


El Correo árabe atacado por leones (1867) es una de las obras maestras de la Taxidermia creada por la Maison Verreaux de París, atribuida a Jean-Baptiste Édouard Verreaux (París, 1810-1868).
 

El Correo árabe en el Museo de Pittsburgh (1).


La Maison Verreaux, ubicada en la Place des Vosges, fue fundada en el año 1803 por Pierre-Jacques Verreaux, pero fueron sus hijos Jules, Édouard y Alexis quienes hicieron de ella un lugar indispensable para coleccionistas y museos de Historia Natural de todo el mundo. A partir de 1834 Édouard se hizo cargo de un boyante negocio que más tarde se trasladaría al número 6 del Boulevard Montmartre y al número 9 de la Place du Collège de France, también en París. Se cuenta que aquel inmenso almacén de objetos de Historia Natural llegó a disponer, en su momento de mayor esplendor, de más de 3.000 mamíferos disecados y de 40.000 aves. A la muerte de Édouard Verreaux su viuda fue liquidando las existencias, hasta el cierre del establecimiento en 1899.

Entre abril y octubre de 1867 se celebraba en París la Exposición Universal en la que la Édouard Verreaux participaba mostrando gran número de aves exóticas y colibríes disecados, un león entero y numerosos trofeos de caza artísticamente preparados. Aquel león, excelente trabajo, presentado enjaulado junto a un perro, conseguía sorprender al público por su realismo. Pero una circunstancia concreta condujo al pundonoroso Verreaux a realizar un nuevo montaje y exponerlo antes de que concluyera la Exposición. Nos lo cuenta Paul Chapuy en la revista La Chase Illustrée en su entrega del 28 de marzo de 1868:
     "Recordamos, no hace mucho, este bonito grupo (bodegón de gran tamaño) enviado el pasado año a la Exposición Universal por Inglaterra: Un león luchando contra un tigre. Era muy hermoso..., de una energía terrible, la verdad. Édouard Verreaux, en el mismo género, había expuesto un grupo más modesto: Un león del sur de África y un perro. Pues bien, este rey del desierto de Abisinia, de melena negra, lleno de majestuosidad, desde sus desgracias y su muerte, había servido de alfombra para pies, de alfombra junto a la cama; devolver un cuerpo, miembros, músculos, una apariencia de vida a una alfombra vieja y gastada, incompleta de piel y pelo, era una proeza de taxidermia que no asustó al señor E. Verreaux, quien además no hubiera necesitado de ello para recibir una medalla de oro; pero en su autoestima de artista y naturalista francés, el grupo inglés le hizo soñar.
       ¿Qué hizo él?
       Sin preocuparse por el poco tiempo que le quedaba, las dificultades, los obstáculos, se puso a trabajar, y después de tres meses de incansable trabajo, envió al Campo de Marte un magnífico grupo, compuesto por dos leones, un dromedario y un árabe.
       Creemos que hasta ahora no se ha hecho nada tan importante, tan completo, tan sorprendentemente cierto en taxidermia. Esta satisfacción ha costado alrededor de 10.000 francos... ¿Qué importa eso cuando se trata de estar a la altura de su nombre?
       Bajo los buenos auspicios del señor de Lesseps, a quien siempre encontramos en el camino hacia grandes y bellas cosas, este grupo recibió una cordial hospitalidad en los salones del palacio egipcio.
La Chasse Illustrée cree que hace lo correcto al ofrecerle la suya."
El montaje inglés que espoleó a Verreaux fue Lucha entre león y tigre (Lion and Tiger Struggle) del londinense Edwin Ward, que en el pabellón de la India presentó un grupo en el que los dos felinos se disputaban un ciervo herido.
 
El Correo árabe se exhibió tan sólo durante las últimas semanas de la Exposición. Entre todos los catálogos oficiales, el grupo aparece citado tan solo en el del Informe del Jurado. Su autor, el naturalista Adolphe Focillon, concluye su texto con el síguiente párrafo:
   "Finalmente, los visitantes de las últimas semanas de la Exposición admiraron el considerable grupo colocado en la sección de Marruecos y que representa la lucha, contra un tigre, de un árabe montado en un dromedario. Nos complace finalizar con este homenaje a la industria científica francesa."
Chapuis afirmaba en su texto que el diorama se expuso en el pabellón del Jedivato de Egipto. Focillon en el informe oficial lo ubica en el del
Imperio de Marruecos. Otras fuentes señalan que fue exhibido en el pabellón de la Regencia de Túnez.
 
Por otra parte, se suele relacionar la concesión por los organizadores de la medalla de oro a Édouard Verreaux con la realización de este trabajo, lo cual no es cierto. La revista oficial del evento, L'Exposition Universelle de 1867 Illustrée, en su número de 22 de julio de 1868 daba cuenta de la concesión del máximo galardón, bastantes semanas antes de exponerse el grupo. Por cierto, a Edwin Ward le fue concedida una medalla de plata.
 
 
El Correo árabe en la Exposición de París de 1867 (2).
 
 
El Correo árabe es un diorama ubicado en el desierto y con cuatro figuras, un dromedario, su jinete y una pareja de leones. Como puede apreciarse en la fotografía, en el suelo yace una leona abatida por un disparo, y un león macho se abalanza sobre el dromedario al que le clava las garras y su jinete, aferrándose a su montura y sobre el cuello del animal, intenta hender una daga al felino. La ambiciosa y realista escena transmite movimiento, la fiereza del león, el espanto del dromedario, la desesperada defensa del jinete. El objetivo del artista era retratar la vida en movimiento y emocionar al espectador. La teatralidad de la escena, además de innovadora, sería inspiradora para otros taxidermistas europeos
 
Los leones son de la subespecie león del Atlas o de Berbería, desaparecida en Túnez y Argelia a finales del siglo XIX, unos treinta años después de que la Verreaux montara el Correo árabe. Poco más tarde, a principios del siglo XX, se extinguirían también en Marruecos los últimos ejemplares salvajes. En la actualidad sólo se conservan algunos ejemplares en zoológicos. El jinete, con ropaje y abundantes elementos tuaregs, es un maniquí. No obstante, es frecuente encontrar artículos o escritos que rebuscan incongruencias etnográficas en la escena, como por ejemplo al dar por extinguido al león del Atlas unos siglos antes y destacar elementos claramente del siglo XIX como armas y arneses.

No se trata de un trabajo dermoplástico, técnica que por aquel entonces, se estaba iniciando y desarrollando en los museos de la vecina Alemania. Los animales del Correo árabe están confeccionados con la tradicional técnica de empajado: una estructura de gruesos alambres revestida primero con viruta y luego con la piel, empleo de los cráneos originales y algunos detalles en escayola. La figura humana también está formada por una estructura de alambre, envuelta en crin de caballo. Las manos y la cara de la persona están moldeados en escayola y pintados, y los ropajes del tuareg son de algodón.
 

Grabado representando el Correo árabe (3).

 
En 1869 se fundó el American Museum of Natural History (AMNH) de Nueva York. Inicialmente se estableció en el edificio Arsenal, en Central Park. Entre las primeras adquisiciones de la nueva institución, financiadas por William Blodgett, miembro del trust fundador del museo, y supervisadas científicamente por el ornitólogo Daniel Giraud Elliot, se encuentran la colección completa del aristócrata naturalista alemán Alexander Philipp Maximilian, príncipe de Wied-Neuwied, y una parte muy importante de las existencias de la Maison Verreaux, unos 10.000 especímenes. Édouard Verreaux falleció el 14 de marzo de 1868, pocos meses después de clausurarse la Exposición Universal de París, y su viuda comenzó la liquidación. Elliot quedó impresionado al ver el Correo árabe y solicitó autorización al comité ejecutivo del museo para comprar el conjunto, valorado en unos pocos miles de dólares, "sumará en gran medida interés popular por el museo, ... y ayudará a obtener suscripciones".
 
El Correo árabe se exhibió en el Museo Americano de Historia Natural hasta 1896, salvo una breve salida en el año 1876 para participar en la Exposición del Centenario de Filadelfia. Su presencia despertó, ciertamente, el interés y la curiosidad esperados. Hasta la llegada del Correo los visitantes de los museos estaban acostumbrados a ver los animales montados individualmente sobre pedestales y en fila, uno tras otro. El éxito, la atención y los elogios de los visitantes no concordaban con la opinión de los administradores y el comité científico del Museo de Nueva York, que creían que aquella "teatral presentación" no estaba muy de acuerdo con las finalidades científicas de la institución. En 1898 se acordó la destrucción de la obra de Verreaux.
 

El Correo árabe en el taller de Frederic S. Webster en el Carnegie Museum  en 1899.

 
Joel Asaph Allen, conservador del American Museum, creía en el potencial de atracción del Correo árabe, y lo ofreció al Carnegie Museum of Natural History (CMNH), que el industrial Andrew Carnegie había fundado en Pittsburgh en 1896. En la primavera de 1898 Allen contactó con Frederic S. Webster, el reputado taxidermista jefe del nuevo museo, para ofrecerle el grupo de Verreaux a un precio tan económico que no podía ser rechazado, 50 dólares -25 según alguna versión-. William Jacob Holland, el director del museo de Pittsburgh, escribió a Allen para aceptar la oferta y hacerse cargo de los gastos de embalaje y transporte. En noviembre de 1898 Webster se trasladó a Nueva York para desmontar el grupo, y preparar cuidadosamente el envío. Al ir a cargarlo al tren, se encontraron con que todos los vagones de mercancías iban llenos y la única opción alternativa era que el viaje se hiciera en una góndola o plataforma descubierta. El Correo llegó a Pittsburgh a principios de diciembre en perfectas condiciones. La factura de los ferrocarriles ascendió a 45 dólares, casi lo mismo que el Carnegie pagó por el grupo. En enero de 1899, Webster, que había aprendido y trabajado como taxidermista en el reputado Ward's Natural Science Establishment de Rochester, Nueva York, junto a su ayudante Gustav Adolph Link, iniciaron los trabajos de limpieza y restauración, que duraron unos diez meses. Se reforzaron las sujeciones, se arreglaron las orejas, los ojos y los labios de los animales. Se modelaron nuevas lenguas en cera. Se lavaron los ropajes y se limpió el resto de la parafernalia. El montaje se ensambló de nuevo y se introdujo, por vez primera, en una vitrina. En noviembre de 1899 el Correo árabe atacado por leones se reencontró con el público.

En el año 1958 se le añadió un fondo pintado por Ottmar von Führer. En 1994, el Pittsburgh Chapter of Safari Club International financió una nueva restauración para la que, dada la fragilidad de la obra, la Sección de Conservación del Museo utilizó métodos químicos para la limpieza en seco. La superficie del montaje aumentó y se introdujo de nuevo en una vitrina accesible para los necesarios trabajos de reparación y mantenimiento. También se eliminó el fondo del diorama, con lo que el grupo volvió a poder verse desde cualquier ángulo. El Correo se ubicó en el segundo piso del Museo, en un lugar cercano al Hall de la Fauna Salvaje Africana y se rebautizó como Camellero atacado por leones

Recientemente, coincidiendo con el 150 aniversario de la presentación pública del Correo árabe en la Exposición Universal de París de 1867, el Museo Carnegie de Historia Natural de Pittsburgh aprovechó para limpiar y restaurar el grupo y cambiarlo de ubicación. A principios de 2017 lo trasladó desde el segundo piso hasta el vestíbulo de la primera planta, un lugar preferente compartido con el Museo de Arte y con mayor afluencia de público. Además lo volvió a renombrar en busca de lo aún más políticamente correcto, pasando a denominarlo León atacando a un dromedario (Lion Attacking a Dromedary). Durante los trabajos de restauración se le realizó una tomografía computerizada a la cabeza del maniquí que reveló que esta fue modelada sobre un cráneo humano auténtico. Se aprovechó además para radiografíar el montaje, lo que sirvió para certificar que tanto los cráneos como los huesos de las extremidades de los mamíferos se conservaron, lo que concuerda con las técnicas taxidérmicas francesas empleadas en aquella época. También se extrajeron muestras de la piel de los leones para someterlos a pruebas de ADN que demostraran con certeza que eran de Berbería. Erin Peters, conservador del Museo, durante su trabajo de documentación descubrió además una fotografía estereoscópica del Correo en la Exposición de París donde aparecía el jinete sentado de costado sobre su montura y más erguido, dominando algo más la situación. Se cree que Webster cambió en 1899 la postura del jinete, transmutándolo en víctima a punto de ser devorada, para ocultar un agujero en el cuello del dromedario causado durante el transporte entre Nueva York y Pittsburgh en 1898.


Créditos.-
(1) Fotografía de Melinda McNaugher / Carnegie Museum natural History.
(2) Fotografía estereoscópica de M. Léon & J. Lévy / Archives nationales de France.
(3) Grabado de Jules Huyot a partir de un dibujo de Pierre Frédéric Lehnert, publicado en La Chasse Illustrée el 28 de marzo de 1868.

 
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Taxidermidades, 2013/2017.

Bibliografía:
---  Exposition Universelle de 1867 à Paris. Rapports du Jury International , vol. 6, Paul Dupont, París, 1868.
---  Les récompenses , en L'Exposition Universelle de 1867 Illustrée, vol. 1, 23ª entrega, París, 22 de julio de 1867.
Paul Chapuy   Taxidermie, ou l'art d'empailler , en La Chasse Illustrée, nº 35, París, 28 de marzo de 1868.
Cristina Rouvalis   Lion Attacking A Dromedary. An old favorite at Carnegie Museum of Natural History will soon get a new home and a new name , en Carnegie Magazine,  Pittsburgh, invierno de 2016.
Janis C. Sacco y Duane A. Schlitter The Return of the Arab Courier: 19th-Century Drama in the North African Desert , Carnegie Magazine, Pittsburgh, Marzo-Abril de 1994.

Recursos:
Artículo Los Verreaux, naturalistas y taxidermistas en Taxidermidades.
Artículo Grabado del "Correo árabe atacado por leones" en Taxidermidades.
Artículo "Lucha entre león y tigre" de Edwin Ward en Taxidermidades.
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