Portada del libro de Samuel Kettell. |
Samuel Kettell nació en Newburyport, Massachusetts, en el año 1800. Fue editor y traductor. Hablaba más de 14 idiomas. Vivió en Boston. Fue, además, colaborador bajo pseudónimo del Boston Courier, miembro de la cámara legislativa de Massachusetts entre los años 1851 y 1853 y del comité de educación de ese estado. Publicó numerosos artículos sobre ornitología en el New England Magazine a partir de información reunida por el botánico y ornitólogo inglés Thomas Nuttall (1786-1859), que vivió y trabajó en Estados Unidos entre los años 1808 a 1842, y a quien Kettell conoció en Boston. Las obras más conocidas de Samuel Kettell son Specimens of American Poetry, with Critical and Biographical Notices (1829), Personal Narrative of the First Voyage of Columbus (1827), y Records of the Spanish Inquisition (1828). Kettell falleció en Malden, Massachusetts, en el año 1855.
En realidad, Manual of the practical naturalist es una obra parcialmente original. Las partes originales del libro se limitan a la Introducción, con abundancia de citas a autores anteriores y poco análisis profundo, a la Descripción del Museo de Historia Natural de París, bastante ilustradora, y al Glosario. El resto, el verdadero manual de Taxidermia, no es más que una traducción de una exitosa obra francesa, el Manuel du Naturaliste Préparateur escrita por el naturalista Pierre Boitard, publicada en París en 1825, que se tradujo, además de al inglés en 1831, al alemán en 1827, al español en 1833, y al italiano en 1834, y que se ha ido reeditando y reimprimiendo. La última reedición conocida de este manual francés es del año 1981.
Como aspectos más destacables del manual de Samuel Kettell cabe apuntar el sucinto repaso a la historia de la Taxidermia que contiene su Introducción, la interesente descripción de los contenidos del Museo de Historia Natural de París, y la obviedad de que se trata del primer manual editado en los Estados Unidos, lo que presupone el inicio de la difusión de este arte en aquel país. No podemos destacar su aportación a la técnica taxidérmica, que si lo fuera, sería mérito del autor francés.
En la Introducción de la obra, Kettell, tras referirse a naturalistas célebres como Buffon, Cuvier, Wilson y Bonaparte, y al antiguo Egipto, cita los tratados de Lettsom y de Réaumur. De este último cuenta que poseía un bonito gabinete de Historia Natural que tras su muerte se incorporó al Museo de París, que recibía aves de todas las partes del mundo sumergidas en alcohol y que, de acuerdo con su propio método, las arreglaba en su gabinete con alambres, y que las de mayor tamaño las rellenaba de paja. Cita al naturalista alemán Schäffer y describe su método. Se refiere a la obra de Turgot de la que dice que fue la primera que "anunció los principios útiles de este arte". También se acuerda del abad Manesse de quien dice que sus procedimientos no le parecen del todo admisibles, además de excluir el uso de venenos -entendemos que se refiere al arsénico, corrosivo sublimado, etc.-. En la Introducción también aparece Mauduyt y su Memoria sobre la manera de preparar aves que aparece en la quinta entrega de la Encyclopedie Méthodique, de quien objeta sobre sus fumigaciones sulfurosas para matar insectos. Del Dr. Lettsom dice que sus indicaciones son juiciosas pero demasiado concisas, y que compiló parte de su trabajo a partir de lo que escribió y no publicó sobre el mismo tema el viajero John Reinhold Forster, además de lo que publicaron Davies y Kuckahn en Philosophical Transactions. Kettell escribe que varias publicaciones científicas contienen pequeños tratados, y cita el de Linné [Hultman]. Recuerda, además, que los holandeses eran muy aficionados a preparar aves exóticas y cita a un viejo escultor de La Haya que había preparado gran cantidad de mamíferos. No ha aparecido, sin embargo, dice el autor, un trabajo en inglés o en holandés que contenga un tratado sistemático sobre el montaje de animales. En francés sólo se puede encontrar el de Mauduyt y "el tedioso y asustante" del abad Manesse. Afirma que "solamente a partir de este siglo" [por el XIX] han aparecido dos trabajos sistemáticos que han suplido esas carencias. Uno es el tratado de Nicolas -que el autor dice que aparece en 1802 cuando en realidad se publicó año y medio antes- del que destaca su análisis de todo lo que se había escrito hasta entonces sobre Taxidermia, y su renuncia, también, al uso de venenos insuficientes como preservativos y, a la vez, peligrosos para los preparadores. El otro tratado es el de Hénon y Mouton-Fontenille, del que dice que sólo trata de aves y del que destaca también el análisis que hacen de autores anteriores y comparan sus métodos con los suyos propios que –dice Kettell- son lentos y "no satisfacen la impaciencia de los ornitólogos". Bécoeur, "hábil farmacéutico de Metz" -dice el autor-, "pudo haber dicho que creó el arte de la Taxidermia", y añade "el jabón arsenical inventado por él es el más valioso material preservativo para las pieles de todos los animales. Algunas de las aves preparadas por él se han conservado bien durante sesenta y setenta años. Su método de montar aves y cuadrúpedos es uno de los mejores hasta el momento". Para despejar dudas, Samuel Kettell escribe que el trabajo que presenta a los lectores americanos es una compilación de los autores citados antes. Para acabar su Introducción, el autor cita el "reciente, comprensivo y metódico tratado" de Boitard, que califica de "juicioso y satisfactorio", y que afirma que le servirá de base para su manual, adoptando sus divisiones generales sobre el tema, añadiendo sus observaciones, así como sus comentarios, que cree necesarios para completar el trabajo en todas sus ramas.
Kettel describe el Museo de Historia Natural de París. Con bastante detalle explica las dimensiones del Vallée Suisse y la Ménagerie -el zoo-, las divisiones que ocupan los animales con sus compartimentos ambientados de acuerdo con su hábitat, además de los animales más representativos que se pueden encontrar. También describe el Cabinet de Historia Natural como un edificio de dos plantas y con una fachada "de unos 290 pies". La primera planta contenía las colecciones geológicas (fósiles y minerales), los reptiles y los peces (5.000 individuos de 2.500 especies diferentes); la segunda, los cuadrúpedos (15.000 individuos de unas 5.000 especies –destaca el elefante-), las aves (6.000 individuos de unas 2.300 especies), los insectos (unos 25.000) y la colección de conchas. Describe el Gabinete de Anatomía Comparada iniciado por Buffon en 1775 y mejorado por Cuvier, en el que se exhiben esqueletos de animales y humanos, órganos, y donde no solamente se comparan humanos con animales, sino que también diversas razas: se compara al "Europeo", con el "Tártaro", el "Chino", el "Hotentote", el "nativo de Nueva Irlanda", el "salvaje Americano" y la "momia Egipcia". Es aquí donde se pueden ver los famosos Bebe –el famoso enano del rey Stanislas- y la Venus Hotentote. Las seis salas que componen este Gabinete contenían 11.486 preparaciones anatómicas en enero de 1823. Finalmente, Kettell se refiere al Jardín de las Plantas.
El manual de Samuel Kettell es realmente un manual muy desconocido. Algunos autores que han abordado el tema de la bibliografía taxidérmica, como por ejemplo Rogers, Schmidt y Gütebier en An Annotated Bibliography on Preparation otorgan el privilegio del primer manual editado en Estados Unidos a un librito publicado treinta años más tarde por Solomon H. Sylvester.
En 1865 Solomon H. Sylvester autoeditó un breve manual, de 29 páginas, de un tamaño de 10x15 cm., titulado The Taxidermist’s Manual, Giving full Instructions in Mounting and Preserving Birds, Mammals, Insects, Reptiles, Skeletons, Eggs, etc. Sylvester fue taxidermista en Middleborough, Massachusetts. Él mismo cuenta que aprendió “el arte taxidérmico” con el profesor Abraham H. Ogden, que fue taxidermista del Museo de Boston y miembro de la Sociedad de Historia Natural de aquella ciudad. El Middleboro Gazette, el periódico local, publicó algunos artículos referidos a S. H. Sylvester. Así, sabemos que además de taxidermista era peluquero, que estaba ubicado enfrente de la oficina de correos y que fue el inventor del Golden Lutricon (?) para el cabello. Que montó un águila blanca y una "rara" codorniz blanca en 1862, un pollo con cuatro patas en 1863, que ese mismo año expuso una colección de aves disecadas en el anual Cattle Show local donde obtuvo un premio y volvió a exponer en los dos años siguientes, que en 1864 disecó un águila americana o de cabeza blanca y una golondrina parda, que en 1865 disecó tres azulejos (bluebirds) albinos y publicó la segunda edición de su manual, en 1866 un ciervo de los bosques de Plymouth, en 1867 disecó otra codorníz y un gorila para la Menagerie de Boston, y que en 1868 disecó otra águila americana.
En realidad, Manual of the practical naturalist es una obra parcialmente original. Las partes originales del libro se limitan a la Introducción, con abundancia de citas a autores anteriores y poco análisis profundo, a la Descripción del Museo de Historia Natural de París, bastante ilustradora, y al Glosario. El resto, el verdadero manual de Taxidermia, no es más que una traducción de una exitosa obra francesa, el Manuel du Naturaliste Préparateur escrita por el naturalista Pierre Boitard, publicada en París en 1825, que se tradujo, además de al inglés en 1831, al alemán en 1827, al español en 1833, y al italiano en 1834, y que se ha ido reeditando y reimprimiendo. La última reedición conocida de este manual francés es del año 1981.
Como aspectos más destacables del manual de Samuel Kettell cabe apuntar el sucinto repaso a la historia de la Taxidermia que contiene su Introducción, la interesente descripción de los contenidos del Museo de Historia Natural de París, y la obviedad de que se trata del primer manual editado en los Estados Unidos, lo que presupone el inicio de la difusión de este arte en aquel país. No podemos destacar su aportación a la técnica taxidérmica, que si lo fuera, sería mérito del autor francés.
En la Introducción de la obra, Kettell, tras referirse a naturalistas célebres como Buffon, Cuvier, Wilson y Bonaparte, y al antiguo Egipto, cita los tratados de Lettsom y de Réaumur. De este último cuenta que poseía un bonito gabinete de Historia Natural que tras su muerte se incorporó al Museo de París, que recibía aves de todas las partes del mundo sumergidas en alcohol y que, de acuerdo con su propio método, las arreglaba en su gabinete con alambres, y que las de mayor tamaño las rellenaba de paja. Cita al naturalista alemán Schäffer y describe su método. Se refiere a la obra de Turgot de la que dice que fue la primera que "anunció los principios útiles de este arte". También se acuerda del abad Manesse de quien dice que sus procedimientos no le parecen del todo admisibles, además de excluir el uso de venenos -entendemos que se refiere al arsénico, corrosivo sublimado, etc.-. En la Introducción también aparece Mauduyt y su Memoria sobre la manera de preparar aves que aparece en la quinta entrega de la Encyclopedie Méthodique, de quien objeta sobre sus fumigaciones sulfurosas para matar insectos. Del Dr. Lettsom dice que sus indicaciones son juiciosas pero demasiado concisas, y que compiló parte de su trabajo a partir de lo que escribió y no publicó sobre el mismo tema el viajero John Reinhold Forster, además de lo que publicaron Davies y Kuckahn en Philosophical Transactions. Kettell escribe que varias publicaciones científicas contienen pequeños tratados, y cita el de Linné [Hultman]. Recuerda, además, que los holandeses eran muy aficionados a preparar aves exóticas y cita a un viejo escultor de La Haya que había preparado gran cantidad de mamíferos. No ha aparecido, sin embargo, dice el autor, un trabajo en inglés o en holandés que contenga un tratado sistemático sobre el montaje de animales. En francés sólo se puede encontrar el de Mauduyt y "el tedioso y asustante" del abad Manesse. Afirma que "solamente a partir de este siglo" [por el XIX] han aparecido dos trabajos sistemáticos que han suplido esas carencias. Uno es el tratado de Nicolas -que el autor dice que aparece en 1802 cuando en realidad se publicó año y medio antes- del que destaca su análisis de todo lo que se había escrito hasta entonces sobre Taxidermia, y su renuncia, también, al uso de venenos insuficientes como preservativos y, a la vez, peligrosos para los preparadores. El otro tratado es el de Hénon y Mouton-Fontenille, del que dice que sólo trata de aves y del que destaca también el análisis que hacen de autores anteriores y comparan sus métodos con los suyos propios que –dice Kettell- son lentos y "no satisfacen la impaciencia de los ornitólogos". Bécoeur, "hábil farmacéutico de Metz" -dice el autor-, "pudo haber dicho que creó el arte de la Taxidermia", y añade "el jabón arsenical inventado por él es el más valioso material preservativo para las pieles de todos los animales. Algunas de las aves preparadas por él se han conservado bien durante sesenta y setenta años. Su método de montar aves y cuadrúpedos es uno de los mejores hasta el momento". Para despejar dudas, Samuel Kettell escribe que el trabajo que presenta a los lectores americanos es una compilación de los autores citados antes. Para acabar su Introducción, el autor cita el "reciente, comprensivo y metódico tratado" de Boitard, que califica de "juicioso y satisfactorio", y que afirma que le servirá de base para su manual, adoptando sus divisiones generales sobre el tema, añadiendo sus observaciones, así como sus comentarios, que cree necesarios para completar el trabajo en todas sus ramas.
Kettel describe el Museo de Historia Natural de París. Con bastante detalle explica las dimensiones del Vallée Suisse y la Ménagerie -el zoo-, las divisiones que ocupan los animales con sus compartimentos ambientados de acuerdo con su hábitat, además de los animales más representativos que se pueden encontrar. También describe el Cabinet de Historia Natural como un edificio de dos plantas y con una fachada "de unos 290 pies". La primera planta contenía las colecciones geológicas (fósiles y minerales), los reptiles y los peces (5.000 individuos de 2.500 especies diferentes); la segunda, los cuadrúpedos (15.000 individuos de unas 5.000 especies –destaca el elefante-), las aves (6.000 individuos de unas 2.300 especies), los insectos (unos 25.000) y la colección de conchas. Describe el Gabinete de Anatomía Comparada iniciado por Buffon en 1775 y mejorado por Cuvier, en el que se exhiben esqueletos de animales y humanos, órganos, y donde no solamente se comparan humanos con animales, sino que también diversas razas: se compara al "Europeo", con el "Tártaro", el "Chino", el "Hotentote", el "nativo de Nueva Irlanda", el "salvaje Americano" y la "momia Egipcia". Es aquí donde se pueden ver los famosos Bebe –el famoso enano del rey Stanislas- y la Venus Hotentote. Las seis salas que componen este Gabinete contenían 11.486 preparaciones anatómicas en enero de 1823. Finalmente, Kettell se refiere al Jardín de las Plantas.
Cubierta del manual de S. H. Sylvester. |
En 1865 Solomon H. Sylvester autoeditó un breve manual, de 29 páginas, de un tamaño de 10x15 cm., titulado The Taxidermist’s Manual, Giving full Instructions in Mounting and Preserving Birds, Mammals, Insects, Reptiles, Skeletons, Eggs, etc. Sylvester fue taxidermista en Middleborough, Massachusetts. Él mismo cuenta que aprendió “el arte taxidérmico” con el profesor Abraham H. Ogden, que fue taxidermista del Museo de Boston y miembro de la Sociedad de Historia Natural de aquella ciudad. El Middleboro Gazette, el periódico local, publicó algunos artículos referidos a S. H. Sylvester. Así, sabemos que además de taxidermista era peluquero, que estaba ubicado enfrente de la oficina de correos y que fue el inventor del Golden Lutricon (?) para el cabello. Que montó un águila blanca y una "rara" codorniz blanca en 1862, un pollo con cuatro patas en 1863, que ese mismo año expuso una colección de aves disecadas en el anual Cattle Show local donde obtuvo un premio y volvió a exponer en los dos años siguientes, que en 1864 disecó un águila americana o de cabeza blanca y una golondrina parda, que en 1865 disecó tres azulejos (bluebirds) albinos y publicó la segunda edición de su manual, en 1866 un ciervo de los bosques de Plymouth, en 1867 disecó otra codorníz y un gorila para la Menagerie de Boston, y que en 1868 disecó otra águila americana.
Otros detalles de la biografía de Solomon H Sylvester los encontramos en el blog Recollecting Nemasked. En la década de los 60 y 70 su tienda se ubicaba en los números 19 y 21 de Center Street donde vendía regalos de oro y plata, fotografías, marcos, ropa, y que, además, sus escaparates mostraban sus trabajos como taxidermista. En el invierno de 1868-69 tenía expuestos en su ecléctica tienda "cinco hermosos ejemplares de águila americana" y varios ciervos "espléndidos", y que en agosto expuso un leopardo en su escaparate. Middleboro Gazette publicó en 1873 que "no hay otra tienda en la ciudad más bonita que la de Sylvester". Incluso llamó la atención del periódico el hecho de que, en una ciudad donde no habían, Sylvester construyera una acera en la fachada de su tienda, y que aquel personaje era un ejemplo de "espíritu público". Sylvester editó unas postales estereoscópicas con imágenes de la ciudad a finales de 1800 que en la actualidad son de importancia para los historiadores locales. Tambien editó la "Domestic" Fashion Gazette, una revista mensual que inició a mediados de los 70 como reclamo publicitario para su tienda. Su hijo, Henry H. Sylvester, se dedicó al periodismo y fundó el periódico Middleboro News.
The Taxidermist's Manual no aporta avances técnicos de productos, desollado, conservación de las pieles o de montaje de los animales, que los que recogen otros manuales publicados con anterioridad. En él tampoco se cita a ningún autor anterior. Los productos preservativos que recomienda Sylvester son una mezcla a partes iguales de arsénico pulverizado y alumbre; y otra mezcla líquida compuesta por ½ pt. (¿parte o pinta?) de alcohol al 60 %, al que se le añade una onza de arsénico, otra de alcanfor, otra de alumbre y dos drs. (¿drops –gotas-?) de estricnina. Desuella las aves del modo más usual, a partir de una incisión desde el esternón hasta el ano. Una vez separada la cola del cuerpo, utiliza un garfio para continuar desollando el ave suspendida. Lo hace hasta el principio del pico. Separa el cráneo del cuello y lo descarna. Aplica el preservativo en polvo a toda la piel y a los huesos de las extremidades. Vuelve estas. Rellena las órbitas de los ojos con algodón y vuelve la cabeza. Rellena el cuello, alambra las patas y forma los músculos con relleno. Introduce un alambre en forma de b minúscula que conformará el cuerpo, atravesando el cuello y la cabeza. Esa b del alambre, la única curiosidad que puedo destacar, dará forma al pecho a modo de esternón. El resto no presenta novedades: rellenar, coser, montar y secar. Los ojos los coloca una vez seca el ave. Propone desollar los mamíferos como las aves. Su única dificultad está en el desollado de la cola. Aquellos con una piel gruesa precisarán una inmersión de dos días en el preservativo líquido. Para los pequeños mamíferos bastará con aplicar el preservativo seco. Sylvester empieza rellenando las cavidades de la cabeza, alambra las patas y las rellena de heno o estopa. Une sólidamente los alambres de las patas a un anillo central "de una pulgada de diámetro". Introduce el alambre central que atravesará la cabeza y acaba de rellenar. Cose, monta y deja secar. Así de breve es este manual. El desollado de lagartos, ranas, salamandras, tortugas y serpientes no presenta mayores dificultades que el procedimiento usado para mamíferos y aves. El autor desuella las serpientes por la boca, aplica preservativo y propone un relleno de arena o serrín, dándole la forma natural. Las tortugas, separando el peto a la manera usual. Los peces tampoco presentan mayor novedad. Sylvester dedica un párrafo a la conservación de insectos y otro a su montaje. Más adelante alecciona sobre la preparación de esqueletos y, finalmente, a la conservación de huevos.
The Taxidermist's Manual de S. H. Sylvester tiene alguna curiosidad más. Como he comentado, el autor lo autoeditó en 1865 y en la portada aparece que se trata de la segunda edición. El copyright es de 1865 y en el catálogo OCLC WorldCat no aparece ninguna copia de la primera edición. Me atrevo a especular que realmente no existe una primera edición. En el mismo año 1865 se publicó una tercera edición y una cuarta en 1874. En Londres se publicó una edición en el año 1868.
Shufeldt, que debía desconocer el de Kettell, se refirió en Scientific Taxidermy for Museums (1892) al manual de Sylvester como "el primer y miserable pequeño volumen" de taxidermia aparecido en Estados Unidos, y remató añadiendo que este libro era "ridiculamente parco". En 1851, entre la publicación de la obra de Kettell y la de Sylvester, Elisha Jarret Lewis en un capítulo de su libro The American Sportsman aportó unos breves apuntes taxidérmicos basados en tratados ingleses.
© All rights reserved. ® Reservados todos los derechos.
Taxidermidades, 2013.
Bibliografía:
Pierre Boitard Manuel du Naturaliste Préparateur , Roret, Paris, 1825.
[Samuel Kettell] Manual of the practical naturalist, or directions for collecting, preparing, and preserving subjetcts of Natural History , Lilly and Wait, Carter & Babcock, Boston, 1831. (libro electrónico)
Portada del libro de S. H. Sylvester. |
The Taxidermist's Manual de S. H. Sylvester tiene alguna curiosidad más. Como he comentado, el autor lo autoeditó en 1865 y en la portada aparece que se trata de la segunda edición. El copyright es de 1865 y en el catálogo OCLC WorldCat no aparece ninguna copia de la primera edición. Me atrevo a especular que realmente no existe una primera edición. En el mismo año 1865 se publicó una tercera edición y una cuarta en 1874. En Londres se publicó una edición en el año 1868.
Shufeldt, que debía desconocer el de Kettell, se refirió en Scientific Taxidermy for Museums (1892) al manual de Sylvester como "el primer y miserable pequeño volumen" de taxidermia aparecido en Estados Unidos, y remató añadiendo que este libro era "ridiculamente parco". En 1851, entre la publicación de la obra de Kettell y la de Sylvester, Elisha Jarret Lewis en un capítulo de su libro The American Sportsman aportó unos breves apuntes taxidérmicos basados en tratados ingleses.
© All rights reserved. ® Reservados todos los derechos.
Taxidermidades, 2013.
Bibliografía:
Pierre Boitard Manuel du Naturaliste Préparateur , Roret, Paris, 1825.
Stephen P. Rogers, Mary Ann Schmidt y Thomas Gütebier An Annotated
Bibliography on Preparation, Taxidermy, and Collection Management of
Vertebrates with emphasis on Birds , Special Publication nº 15,
Carnegie Museum of Natural History, Pittsburgh, 1989.
Robert Wilson Shufeldt Scientific Taxidermy for Museums (Based on a study of the United States Government collections) , informe extraído del Report U.S. National Museum, Smithsonian Institution, Washington, 1892.
Solomon H. Sylvester The Taxidermist’s Manual, Giving full Instructions in Mounting and Preserving Birds, Mammals, Insects, Reptiles, Skeletons, Eggs, etc. , edición del autor, Middleborough, 1865.
Solomon H. Sylvester The Taxidermist’s Manual, Giving full Instructions in Mounting and Preserving Birds, Mammals, Insects, Reptiles, Skeletons, Eggs, etc., edición del autor, Middleboro, 1865. (libro electrónico)
Recursos:
Artículo El "Manuel du Naturaliste Préparateur" de Pierre Boitard en Taxidermidades.
Robert Wilson Shufeldt Scientific Taxidermy for Museums (Based on a study of the United States Government collections) , informe extraído del Report U.S. National Museum, Smithsonian Institution, Washington, 1892.
Solomon H. Sylvester The Taxidermist’s Manual, Giving full Instructions in Mounting and Preserving Birds, Mammals, Insects, Reptiles, Skeletons, Eggs, etc. , edición del autor, Middleborough, 1865.
Solomon H. Sylvester The Taxidermist’s Manual, Giving full Instructions in Mounting and Preserving Birds, Mammals, Insects, Reptiles, Skeletons, Eggs, etc., edición del autor, Middleboro, 1865. (libro electrónico)
Recursos:
Artículo El "Manuel du Naturaliste Préparateur" de Pierre Boitard en Taxidermidades.
Artículo Breves instrucciones de desollado y conservación de pieles de aves de Elisha Lewis en Taxidermidades.