El Museo Nacional de Historia Natural de París.


La Grande Galerie de l'Evolution desde el Jardin des Plantes  (1).
En el año 1635 el rey Luis XIII, por consejo de uno de sus médicos personales, Guy de La Brosse, y también por recomendación del cardenal Richelieu, crea un Jardin des Plantes Médicinales para el estudio y enseñanza de la botánica, la química y la anatomía. El Jardín incluía un château que albergaba el Gabinete Real que iría acumulando una colección de "rarezas de la naturaleza". El impulso definitivo del Jardín Real de Plantas se consiguió bajo la dirección del reconocido naturalista Georges Louis Leclerc, conde de Buffon, autor de la monumental obra Historia Natural, General y Particular. Buffon, que murió en 1788, dirigió el Jardín durante cincuenta años. Durante su mandato, amplió el château ordenando la construcción de un anfiteatro con capacidad para albergar las colecciones que crecían a un ritmo considerable. En 1758 se incorporó la colección de aves disecadas de Réaumur, y en 1760 la colección formada en Senegal por Michel Adanson. Corría el año 1790 y al amparo de la reciente Revolución se creyó conveniente asumir el Jardin Royal, asegurar el ingente legado de su último director y crear un nuevo museo que, de acuerdo con las premisas republicanas, perteneciera a la nación. Así, el 10 de junio de 1793 se crea por decreto el Muséum National d'Historie Naturelle (MNHN) de París, y ese año es el que se establece como la fecha oficial de su fundación. Se crea una dirección colegiada por doce catedráticos pertenecientes a distintas disciplinas de la Historia Natural. Entre sus directores reconocemos a grandes naturalistas como Daubenton, Jussieu, Lacépède, Fourcray, Cuvier, Milne-Edwards o Geoffroy Saint-Hilaire.


Vista general  de la Grande Galerie de l'Evolution  (2).

 
Se hizo necesario seguir ampliando el museo. Así, se acaban de construir en 1830 la Galería de Mineralogía, en 1889 la Galería de Zoología, en 1898 la Galería de Anatomía Comparada. La Galería de Zoología es la que conocemos en la actualidad como la Grande Galerie, un proyecto defendido por Milne-Edwards, profesor de zoología, que defendía la compatibilidad de las necesidades científicas con las expositivas de una presentación espectacular, y que se concretaba en un edificio rectangular con una gran nave central donde se reunían los grandes animales, con tres niveles con balcones que contenían entonces más de un millón de especímenes. Construída con una magistral estructura metálica y una cubierta acristalada de unos mil metros cuadrados, y con un aire de grandes almacenes, se inauguró meses después de la Torre Eiffel. La sala central tiene 30 metros de altura. A partir de 1907 el museo dispone de autonomía financiera. Su primer presupuesto fue de un millón de francos de la época. Las colecciones mermaron notablemente como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial y de las pésimas condiciones, como la falta de calefacción o las goteras, que se dieron tras la contienda. En 1985, la dirección deja de estar en manos de los profesores y se crea un nuevo organigrama con un consejo de administración, otro científico y otro de laboratorios. En 1994, tras tres años de trabajos, se reabrió una renovada Grande Galerie de l'Évolution que alberga las colecciones zoológicas de la anticuada y deteriorada Galería de Zoología que permanecía cerrada al público desde 1965.

Las colecciones del museo se han nutrido fundamentalmente de las colonias francesas, pero también de las expediciones como la de Napoleón a Egipto (1798-1801) en la que participaron 170 sabios, entre ellos Geoffroy Saint-Hilaire; la de Humboldt a América del Sur (1799-1804); la de Baudin a tierras australes (1800-1803); la de Auguste Saint-Hilaire a Brasil (1816-1822). Durante el siglo XX ha continuado el patrocinio con media docena de expediciones a Martinica, Madagascar, África occidental, Guatemala... En la actualidad el MNHN está formado por el Jardín de Plantas, la Gran Galería de la Evolución, la Galería de Minerología y Geología, la de Paleontología y Anatomía Comparada, la de Entomología, el Gabinete de Historia del Jardín, un Instituto de Paleontología, el Museo del Hombre y la Ménagerie, uno de los zoos más antiguos del mundo, todo ello en París. En provincias, dependen del Museo un par de parques zoológicos y de jardines botánicos, una estación de biología marina y un laboratorio de ecología, entre otros.

El Museo Nacional de Historia Natural de Francia es uno de los grandes del mundo, junto al Smithsonian de Washington y al Museo de Historia de Natural de Londres. En números, el museo es visitado por unos dos millones de personas anualmente y en él trabajan 1.800 personas. Alberga unos 62 millones de especímenes: casi un millón de rocas y minerales, 2'7 millones de especímenes fósiles, 40 millones de insectos, 400.000 peces, 130.000 reptiles, 170.000 anfibios, 130.000 aves o 130.000 mamíferos, entre otros. Su biblioteca almacena más de 300.000 libros, de ellos 105.000 antiguos-, 13.000 títulos de revistas o periódicos, y más de 8.000 manuscritos, cartas y objetos de arte.

Los fósiles más destacables que alberga la Galería de Paleontología (2 de la rue Buffon), en cuya entrada nos da la bienvenida la reproducción de un mamut, son el Megatherium descrito por Cuvier en 1796, y la reproducción del Aepyornis, el ave gigante extinta de Madagascar, que donó Carnegie en 1908. Pero sin duda nuestro interés se centra en la Grande Galerie de l'Evolution, ubicada en el número 39 de la rue Geoffroy Saint-Hilaire, en el distrito Quinto de París. Dispone de una superficie de 6.000 metros cuadrados de exposición permanente estructurada en cuatro niveles. La planta baja y el primer piso están dedicados a mostrar la diversidad biológica de la actualidad, en la segunda planta se muestra cómo la actividad humana va modificando el medio ambiente, y en la tercera planta cómo han evolucionado los organismos vivos en el curso de la historia.
 

Los animales de la sabana africana en el centro de la Grande Galerie (3).

 
Así, encontramos la vida marina y la fauna ártica y antártica en el nivel cero, donde se ubica la reproducción de un calamar gigante, la de un tiburón peregrino rodeado de peces -algunos disecados, otros no-, o el esqueleto de ballena, también visible desde el piso superior. Además se ubican en ese espacio los pingüinos, las morsas, las focas o el oso polar disecados. Los animales terrestres ocupan el nivel 1. Es ahí donde encontramos una de las imágenes más impactantes. Lo que se asemeja a una  procesión de sesenta y dos animales de la sabana africana, encabezados por un elefante, un leopardo, rinocerontes, hipopótamos, seguidos de cebras, jirafas, y antílopes, para acabar con más rinocerontes, búfalos y otra jirafa, y entre los que se cuela algún reptil y algun ave. De esa presentación se encargó un escenógrafo de cine. Los animales africanos comparten su altillo con un paisaje del desierto sahariano con  fauna incluída (dromedario, gacelas...), y con animales de los bosques tropicales americanos. Algunas aves nos sobrevuelan y algunos monos están encaramados sobre nuestras cabezas. Una sala alberga la fauna y la flora de Francia. La mayoría del espacio de los laterales está dedicado a la clasificación de las especies, y un rincón de esa zona  está dedicada a las colecciones y a la Taxidermia. El hombre como factor de evolución es el motivo en torno al que se reúnen las exposiciones del nivel 2. Así, el balcón está organizado como un recorrido que, tras una introducción, sucesivamente nos lleva por la caza y la pesca, la domesticación, la colonización por nuevas especies de nuevos territorios como consecuencia de los viajes, la transformación de los paisajes, la contaminación del medio ambiente y sus consecuencias, para acabar preguntándonos cómo dejaremos el planeta para el futuro. En ese piso recomiendo vivamente una gran y preciosa sala, asimismo rodeada de balcones, declarada monumento histórico, donde se exponen unos 250 animales disecados y alguna reproducción de especies amenazadas y extinguidas, como el icónico Dodo de Isla Mauricio. Ahí podemos ver un Hipotrago azul extinguido en el siglo XVIII; un esqueleto real de un Emú negro extiguido en el s. XIX; el Cuaga, una subespecie de cebra extinguida en estado salvaje en el s. XIX; el Bucardo, el macho montés extinguido en España y Francia en el siglo XX; también especies amenazadas como el Tigre de Sumatra, la Tórtola rosada de Isla Mauricio, el Drill -un mandril de África ecuatorial-, el Lince o la Foca monje mediterránea. Finalmente, en el piso superior una sala muestra la vida celular, y la zona abalconada está ocupada por un espacio dedicado a grandes naturalistas como Buffon, Lamarck, Cuvier, Geoffroy Saint-Hilaire o Darwin y al paso desde la idea de la transformación a la idea de la evolución. Más allá, la genética, la selección natural y la reconstrucción de la historia gracias a tres discipinas: la paleontología, la biología molecular y la anatomía comparada. Por la barandilla de este nivel 3 se asoma una jirafa. Podemos dar casi por acabado el recorrido.
 

La histórica Sala de Especies Amenazadas (2).

 
Los amantes de la Taxidermia nos entretendremos algo más en la esquina dedicada a este arte. Ahí se explica en qué consiste este trabajo y muestra, entre otros, el proceso de disecado de un leopardo con las técnicas actuales. También se encuentran en ese espacio dos de los montajes más emblemáticos del museo: Siam, un elefante indio nacido en 1945, que recorrió Europa con un circo y que recaló en el zoo de París  donde fue muy popular y donde murió en 1997; y el montaje Elefante atacado por una tigresa que realizó Rowland Ward de Londres para el duque Felipe de Orleans, que reproduce el ataque que había sufrido el duque el 26 de marzo de 1888, cuando una tigresa alcanzó el palanquín de los pasajeros, montaje que, junto a las colecciones del duque de Orleans, se incorporaron al museo en 1928. Otro animal muy significativo se encuentra en el tercer piso. Hemos comentado un trabajo de finales del siglo XX y otro de finales del XIX. Ahora lo haremos de uno de finales del XVIII. Se trata del llamado Rinoceronte de Luis XV. El último rey de Francia disponía en Versailles de un zoológico particular, donde se encontraba este rinoceronte indio, que durante la Revolución fue confiscado y cuyo destino debía haber sido la recién creada Ménagerie del Jardin de las Plantas. Pero murió en 1793 -el mismo año en que se decretó la creación del museo- y se mandó disecar.  El esqueleto se montó por separado y en la actualidad se expone en la Galería de Anatomía Comparada. La piel se montó -expliquemos alguna anécdota- con el cuerno de un rinoceronte africano. Así permaneció hasta 1994 en que, para la reapertura de la Galerie, se sustituyó por uno de su especie. El Museo de París afirma que es el primer rinoceronte disecado de la historia.
 

El gabinete de curiosidades de Joseph Bonnier de la Mosson  (4).

 
Para terminar, una visita imprescindible. Merece ser admirado el Cabinet d'Histoire Naturelle de Joseph Bonnier de la Mosson (1702-1744), que permanece conservado y puede ser visitado en la Mediateca de la Biblioteca Central, ubicada justo delante de la entrada de la Galerie. Se trata de un bello gabinete de curiosidades de principios del XVIII, de madera labrada y pintada color marfil, que adquirió Buffon para el Jardín Real. Se muestra con un contenido parecido al que tenía originalmente, pero bastantge menos abigarrado, como podrá comprobar quien tenga acceso a los grabados del catálogo que se editó en 1744

La Galeria de la Evolución en 360 grados (www.360images.fr).

 

Créditos.- 
(1) fotografía de Pinpin/Wikimedia Commons.
(2) fotografías de Roï Boshi/Wikimedia Commons.
(3) fotografía de Thesupermat/Wikimedia Commons.
(4) fotografía del MNHN.

 
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Taxidermidades, 2013.

 
Bibliografía:
C. Blanckaert, C. Gohen, P. Corsi, Jean-Louis Fischer (eds.)  Le Muséum au premier siècle de son histoire  ,  Éditions du Muséum National d'Historire Naturelle, París, 1997.
Monique Ducreux   Joseph Bonnier de la Mosson. Deuxième Cabinet d'Histoire Naturelle, ou Cabinet des Insectes et autres Animaux desséchés  , Éditions du Muséum National d'Histoire Naturelle, París, 1996.
Yves Laissus  Le Muséum national d'histoire naturelle  ,  Colecc. Découvertes Gallimard, Dallimard, París, 2003.
Varios autores   La Grande Galerie de l'Évolution. L'album   Éditions du Muséum d'Histoire Naturelle, París, 2005.

Recursos:
Web del Museo Nacional de Historia Natural de París.
Artículo El Rinoceronte de Luis XV en Taxidermidades.
Artículo Louis Dufresne, jefe del laboratorio de Taxidermia del Museo de París en Taxidermidades.
Artículo El periplo del elefante "Hans" en Taxidermidades.
Artículo Banquete en el interior de la elefante "Parkie" en Taxidermidades.
Artículo "Zarafa", la jirafa del rey Carlos X del Museo de Historia Natural de La Rochelle en Taxidermidades.