De un género y de un país, y sobre taxidermistas. Las que aparecen en este artículo son postales humorísticas inglesas, todas dibujadas, en las que un taxidermista es el protagonista. En mi defensa -ya verán porqué- he de declarar que no encontré postales con mujeres taxidermistas.
La primera tarjeta está firmada por Donald McGill (1875-1962), un artista que dibujó más de 12.000 postales a partir de 1904 y hasta su muerte, con una tirada total estimada en unos 200 millones de copias. Fue conocido como "el rey de la postal descarada", pues los protagonistas de sus dibujos eran jóvenes atractivas, parejas en luna de miel, borrachos, curas.... Durante la Primera Guerra Mundial dibujó propaganda antialemana, también en clave de humor. El escritor George Orwell publicó un ensayo en 1945 sobre la obra de McGill. En 1954, Donald McGill, víctima de la censura, fue condenado a una multa económica por transgredir la Ley de Publicaciones Obscenas, una ley de 1857. Fue un duro revés para la industria de este tipo de postales. Años más tarde se modificó esa ley -McGill declaró ante un Comité del Parlamento- y la censura se relajó. En la postal, fechada en 1947, aparece un taxidermista en la puerta de su establecimiento, al que se acerca un niño con un tirachinas en una mano y un pájaro muerto en la otra. El texto es el siguiente:
"-¿Usted sabe todo sobre el relleno de aves, señor?
-¡Ciertamente hijo!
-¡Entonces, usted sabrá dónde se puede rellenar este!"