Los grupos de Hornaday. El tránsito hacia una taxidermia científica en los Estados Unidos.


A Fight in the Tree-Tops (1).
William Temple Hornaday (Avon, Indiana, 1854-Stamford, Conneticut, 1937), taxidermista, naturalista y conocido sobretodo por su faceta como impulsor del conservacionismo del bisonte americano, durante siete años trabajó como taxidermista en el reconocido Henry Augustus Ward's Natural Science Establishment de Rochester, Nueva York, y durante nueve años (1882-1890) fue el responsable del Departamento de Taxidermia del National Museum of Natural History de Washington, puesto que abandonó por discrepancias con su director.  A partir de 1896 Hornaday sería nombrado responsable del recién inaugurado New York Zoological Park, puesto que conservó hasta su jubilación. Considerado como uno de los renovadores, y con cierto protagonismo en el cambio, hacia una taxidermia más científica, en 1891 escribió Taxidermy and Zoological Collecting, un manual de taxidermia donde dedica unos cuantos capítulos a los grupos de animales. Uno de ellos, de evidente valor como testimonio histórico, lo inicia así:

   "La rapidez con la que el arte de la taxidermia ha ido ganándose el favor del público en los Estados Unidos durante las últimas dos décadas es ciertamente gratificante. Hace algo menos de veinte años que un naturalista declaró que una piel rellena es una piel estropeada (2). Hasta hace diez años los únicos especímenes permitidos en los museos eran aquellos montados individualmente, en posturas estereotipadas y en pedestales de madera pulida.
   Entre los años 1860 y 1876 algunos de los más ambiciosos taxidermistas de Europa produjeron varios grupos de mamíferos, grandes y pequeños. De estos, uno de los más notables fue Lion and Tiger Struggle [Lucha entre León y Tigre], de Edwin Ward de Londres, y otro fue Arab Courier attacked by Lions [Correo árabe atacado por leones] de Jules Verreaux (3) La mayoría de estos grupos representan a los animales en posturas teatrales, generalmente luchando. Mientras que eran de bastante interés para ciertos propósitos, no lo eran tanto para las personas interesadas en el estudio de las formas y  características de las especies que estaban representadas. (...) Hasta el año 1879 no muchos grupos de mamíferos se han preparado en este país habiendo sido considerados aptos de acuerdo con una visión científica de las colecciones. Además, la producción de grupos de mamíferos o aves adecuados para museos científicos ha sido generalmente considerada como una imposibilidad."
Como comprobaremos, el éxito de Hornaday y otros taxidermistas contemporáneos contribuyó a cambiar la visión de la taxidermia. Se abandonaría la espectacularidad en los montajes de grupos y escenas en pos del rigor científico. Hornaday creía que los museos eran un espacios para el sosiego y donde no se debían representar escenas violentas. Una prueba del claro escoramiento hacia esa idea de museo lo tenemos en que el Correo Árabe de Verreaux se retiraría de las salas del American Museum of Natural History (AMNH) de Nueva York en el año 1896. Fue una de las primeras víctimas de ese cambio.

Es el mismo Hornaday, que no escoge la fecha de 1879 por casualidad, quien nos explica el proceso. En los siguientes párrafos describe el montaje del grupo de orangutanes que trajo de su viaje a la India y Borneo (1877-1878), un grupo formado por dos machos, el dominante y el aspirante, suspendidos en la copa de un árbol, en plena disputa. Un montaje innovador que se conoció con el nombre de A Fight in the Tree-Tops y que obtuvo una muy buena acogida. "No niego la leve acusación de que, en cierto sentido, este diseño era algo más sugerente que los métodos adoptados por mis rivales europeos para llamar la atención sobre su trabajo, que dicho sea en otras palabras, era algo sensacionalista", afirma Hornaday. El grupo fue montado por el autor para el Ward's Natural Science Establishment, empresa para la que trabajaba en aquel momento, y fue terminado en agosto de 1879, justo a tiempo de ser enviado a Saratoga, donde se reunían los miembros de la American Association for the Advancement of Science (Asociación Americana para el Avance de la Ciencia), con el propósito de ilustrar una ponencia del propio Hornaday sobre Las especies de orangutanes de Borneo. Aquel grupo consiguió su objetivo, llamar la atención de los asistentes al congreso, "particularmente de los directores de museos y gerentes, que se mostraron especialmente interesados en dicho trabajo", cuenta el autor.
   "Aunque pueda parecer inmodesto diciéndolo yo, no puedo dejar de creer que el montaje de este grupo marcó el principio de una era en el progreso de la taxidermia museística en los Estados Unidos"
                                                                  W. T. Hornaday.

Detalle del grupo de orangutanes del AMNH (4).
Hornaday presentó A Fight in the Tree-Tops a concurso en la Primera Exposición de la recién creada Asociación de Taxidermistas Americanos celebrada en Rochester, donde obtuvo la medalla de plata al mejor montaje. Propiedad del Ward's, el grupo se tasó en 800 dólares pero no consiguió venderse. Se volvió a exponer fuera de concurso en la Segunda Exposición celebrada en Boston al año siguiente. Tampoco se vendió. Hornaday ampliaría el grupo a cinco individuos y finalmente fue adquirido
en 1883 por el National Museum of Natural History de Washington por un precio de 2.000 dólares. En plena competencia centre museos, Robert Colgate, uno de los fundadores diez años antes del American Museum of Natural History de Nueva York, había encargado en 188o al Ward's otro grupo de cinco orangutanes de diferentes edades y tamaños, que se realizó con un diseño diferente, y por el museo de Nueva York pagó 1.500 dólares. 

En el año 1886 Hornaday viajó hasta Montana donde pastaban los dos postreros rebaños, con el objetivo de salvar los últimos ejemplares salvajes de bisontes y empezar la cría en cautividad. Algunos ejemplares los montó formando un famoso grupo que se expuso en el Smithsonian hasta 1957. Seguimos con el relato de Hornaday:
   "Finalmente, en el año 1886, llegó el esperado momento. La recogida por este autor de una gran cantidad de individuos de bisonte americano (5) vino acompañada de un permiso para preparar un numeroso grupo que diseñé yo mismo. Aquella gran satisfacción se vio acompañada de carta blanca en lo referente a tiempo y gastos, sin límites también en cuanto al tamaño del grupo, el carácter y grado de los accesorios, o en cuanto al coste de la vitrina que lo habría de contener. El experimento debía considerarse como una prueba crucial de la idea de grupo en su versión adaptada a los propósitos científicos de los museos."

 

Grabado del Grupo de Coyotes a partir de un dibujo de James Carter Beard.

 
Hornaday simultaneó el trabajo en el Grupo de Bisontes con un grupo de coyotes:
   "Aquel pequeño grupo tuvo una acogida francamente favorable, y la cuestión de los grupos en el National Museum se resolvió antes de que el montaje del grupo de búfalos estuviera terminado. La idea en su conjunto fue declarada no sólo satisfactoria, sino sumamente deseable, y se ordenó que se diseñaran y ejecutaran, con la mayor rapidez posible, grupos con los mamíferos americanos más destacados. Se iniciaron los trabajos y, justo en el momento en que el grupo de búfalos estuvo terminado y listo para ser expuesto, lo que ocurrió en marzo de 1888, otros tres grupos también también lo estaban, a saber, el de antílopes, el de los perros de la pradera, y el de zarigüeyas.
   La acogida obtenida por el grupo de búfalos eliminó cualquier duda que hubiera existido anteriormente respecto a la estimación que esos montajes suscitarían entre el público. Actualmente, el único problema al que se enfrenta el departamento taxidérmico del National Museum es la incapacidad de producir grupos de mamíferos al ritmo deseado. En marzo de 1890 un gran grupo de alces, de las mismas dimensiones que el grupo de búfalos, se terminó, y un grupo de bueyes almizcleros se completó un mes más tarde. Otros muchos se encuentran en preparación."

El Grupo de Bisontes en el Smithsonian alrededor de 1890 (6).

 
Hornaday cuenta que durante una reunión de la Society of American Taxidermists (Sociedad de Taxidermistas Americanos) que se organizó en la sede del Ward's Natural Science Establishment en Rochester, se trató acerca de la evolución de la taxidermia y surgió el tema de los grupos en los museos. Frederic S. Webster, que ya en 1869 había empezado a construir dioramas con la finalidad de fotografiarlos y vender las imágenes esteoroscópicas, de moda en aquella época, determinó hacer un test para comprobar la aceptación popular de un grupo de aves, diseñado de forma científica, especialmente para ser expuesto en un museo. Para ello creó un grupo con tres flamencos de gran tamaño (7), dos de pie al borde de una laguna, y el tercero, una hembra, incubando en su nido de barro, con agua artificial, plantas acuáticas, etc. The Flamingo at Home se presentó en aquella reunión de 1880, donde también fue presentado el primer grupo de orangutanes de Hornaday. Todos los taxidermistas que asistieron -los más conocidos, además de Hornaday, fueron Frederic A. Lucas, Frederic S. Webster, John Wallace, Joseph Palmer, J. F. D. Bailly o Thomas Rowland, por citar algunos- presentaron trabajos. El resultado del concurso concedió la medalla de plata al grupo de orangutanes por ser "la mejor pieza de la exposición". Hornaday prosigue su relato:
   "Para sorpresa general, excepto para los jueces mismos, y con la consternación y el disgusto de los miembros fundadores de la Sociedad, el grupo de flamencos fue totalmente ignorado, y la medalla concedida a la segunda mejor pieza de toda la exposición fue adjudicada a un solitario pato de Carolina montado por el señor Webster.
   El fracaso del grupo de flamencos al no recibir reconocimiento causó una profunda decepción en todos los que observamos su creación con mucho interés y esperanzada expectación. Se esperaba hondamente que podría llegar a ser el precursor de una larga serie de grupos de aves del más variado e interesante carácter.
   La honestidad de los jueces de aquella exposición, hombres de altos logros científicos, no puede cuestionarse por su decisión en la concesión de aquellos premios. Habiéndose tomado a la ligera su tarea para valorar el grupo de flamencos, los jueces sostuvieron que tales grupos no eran adecuados para los museos científicos, cuando evidentemente esa había sido la intención durante su preparación. Los argumentos en contra fueron en vano, y los que creíamos en esos grupos nos vimos obligados, de momento, a colgar las arpas en los sauces (8). Me complace recordar que, aunque entonces aún no había llegado el momento, los acontecimientos posteriores demostraron que la idea de los miembros del grupo fue buena, y que, aunque no llegó a concretarse la producción de grupos tal y como se preveía, el tiempo los ha puesto en su sitio, y los grupos ya están a la orden del día."

 

The Flamingo at Home de Frederic S. Webster (9).

 
El inglés Montagu Browne, en la introducción de su libro Artistic and Scientific Taxidermy and Modelling (1896) intentaba explicarse aquel revés, y lo hacía de una forma menos considerada con los juzgadores:
   "Aquel lamentable fracaso pudo ser debido a que, al igual que sucede entre nosotros, donde hay pocos taxidermistas artistas y eruditos, en las grandes instituciones, debido a su política, no se valen de los mejores y más recientes conocimientos, y dependen de trabajadores no calificados".
William T. Hornaday explica cómo empezaron los museos americanos a adoptar los grupos de aves en sus colecciones y exposiciones abiertas al público general:
   "Por una curiosa coincidencia, tres años después de que el primer grupo de aves que presentara la Society of American Taxidermists a los directores de museos obtuviera una mala acogida, el British Museum emprendió la preparación de una larga serie de montajes de grupos de aves, con sus complementos tanto naturales como artificiales. Precisamente, en línea con nuestra idea, aquellos grupos pretendían mostrar las aves en sus hábitats de anidación. Naturalmente fueron producidos con el merecido esmero y con un resultado francamente admirable. Cuando algunos de estos grupos fueron vistos por el emprendedor y visionario Presidente de la Junta de Síndicos del American Museum of Natural History, el señor Morris K. Jesup, determinó de inmediato que aquella institución, que tan bien dirige desde hace muchos años, también debía albergar grupos de aves. En el proyecto se involucró el señor Jeness Richardson, que se encontraba entonces en el departamento taxidérmico del National Museum, y el trabajo empezó en 1886. El señor Richardson nunca vio los grupos de aves del British Museum, y el trabajo lo realizó como si la colección del British Museum no hubiera existido. Yendo, como lo hizo, desde el National Museum, la idea de grupo era nueva para él, y los setenta hermosos grupos que desde entonces ha producido constituyen un duradero monumento a su habilidad como taxidermista, su concepción artística en el diseño, y su energía como recolector. En todo el Museo de Historia Natural de Nueva York no hay otro trabajo más atractivo y agradable para el público en general que los montajes de grupos de aves."
Grupo de mirlos de Richardson de 1887 (4).
La frase del párrafo anterior "Yendo, como lo hizo, desde el Museo Nacional, la idea de grupo era nueva para él", y el ensalzamiento de la figura del director del museo de Nueva York, nos muestra a un Hornaday dándole una patada en la espinilla a la dirección del Museo de Washington, institución que abandonó en 1890, un año antes de escribir esas palabras en su manual. Jesup se empeñó en la creación en 1888 del mejor departamento de taxidermia del país, para lo que contrató a los ingleses Henry Minturn y su hermana E. S. Morgridge, que eran precisamente los autores de los exitosos recién creados dioramas del British Museum. Minturn y Mortridge enseñaron sus técnicas a los taxidermistas del AMNH, donde permanecieron durante seis meses. Luego trabajarían para el Field de Chicago, también montando y creando dioramas con grupos de aves de la región de Illinois. En 1890, Richardson, que hasta entonces había realizado cincuenta y cuatro grupos de aves y tres de pequeños mamíferos para el museo de Nueva York, abordó el montaje de su primer gran mamífero, un bisonte. Para ello contaba con un prometedor ayudante, John Rowley. Tres años antes, en 1889, Carl Ethan Akeley ya había montado su grupo de ratas almizcleras en el Museo de Milwaukee. Akeley trabajaría más tarde para los museos Field y Americano. En 1901 Frank Michler Chapman, que empezó a trabajar en el AMNH en 1888, tras tres años de trabajo, acabó su grupo de aves de la Isla de Cobb, Virginia. El cambio en la concepción de la taxidermia museística en los Estados Unidos ya se había producido.
 

El diorama de las ratas almizcleras de Carl Akeley de 1889  (10).

Diorama del grupo de aves de la isla de Cobb de Frank Chapman de 1901 (4).

 
Llegados a este punto, aunque alejándonos del propósito expresado en el título de este artículo, quizá sea oportuno recordar que uno de los primeros taxidermistas de los que tenemos noticias que montó grupos de aves y mamíferos interactuando en su hábitat natural  fue el inglés William Bullock, quien en su popular museo privado los mostró ya en los primeros años del siglo XIX. Otro precursor fue el profesor italiano Paolo Savi que también creó dioramas para el Museo de Historia Natural de la Universidad de Pisa a partir de 1821.  O bien recordar que en el óleo El artista en su museo (1822), donde el pintor y naturalista estadounidense Charles Wilson Peale se autoretrató, parece apreciarse que el fondo de las vitrinas estaba pintado. La primera referencia bibliográfica con instrucciones para el montaje de grupos la encontramos en el tratado de Pierre Boitard Manuel du Naturaliste Préparateur (1825). O casi para acabar, como se podrá observar en la siguiente fotografía, en la Exposición del Centenario de Filadelfia de 1876, la taxidermista Martha Maxwell representó al estado de Colorado con un gran diorama en el que se recreaba un escenario de árboles, rocas e incluso una cueva, con decenas de mamíferos y aves, y hasta un ciervo perseguido por un puma, ambos saltando. Aunque si hemos de ser del todo rigurosos, debemos remontarnos a un siglo antes cuando Mauduyt de la Varenne, en un artículo publicado en 1782 en la Encyclopédie de Diderot y D'Alembert donde abordaba la preparación de aves, ya describía la confección de hábitats con ramas y hojas artificiales "que recordaban a la naturaleza, y por esa misma razón aumentaban la [sensación de] ilusión, propagando la apariencia de vida y evocando esa idea.".
 

Martha Maxwell posa junto a su diorama en la Exposición de Filadelfia de 1876.

 
Como ya se ha comentado, en 1957 el Grupo de Bisontes se retiró de la exposición en el museo de Nueva York a causa de su renovación y se envió a un almacén de Montana. Sólo en 1996, tras su redescubrimiento, se volvió a exponer al público en el Museum of the Northern Great Plains (Museo de las Grandes Llanuras del Norte), en Fort Benton, Montana. El grupo de ratas almizcleras de Akeley continua expuesto en el Museo Público de Milwaukee. Del resto de grupos mecionados, desconozco su destino.


Notas y créditos:
(1) Grabado del libro Two Years in the Jungle (1885) de Hornaday.
(2) "Una piel rellena es una piel estropeada" es una frase atribuida al naturalista suizo Louis Agassiz.
(3) En realidad el grupo es obra de su hermano Édouard Verreaux.
(4) Fotografías propiedad del American Museum of Natural History de Nueva York.
(5) El bisonte americano (Bison bison) también se conoce como búfalo americano. 
(6) Ilustración del manual de Hornaday Taxidermy and Zoological Collecting.
(7) Los flamencos fueron capturados por el naturalista franco-estadounidense John James Audubon.
(8) "Colgar las arpas en los sauces", en referencia al salmo 137 de la Biblia, equivale a decir "dejar el tema aparcado".
(9) Fotografía proporcionada por Stephen P. Rogers,  Responsable de Colección de las Secciones de Aves y Reptiles y Anfibios del Carnegie Museum of Natural History de Pittsburgh. Con mi agradecimiento.
(10) Fotografía obtenida en la web HerberBerger.com.


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Taxidermidades, 2014.

Bibliografía:
James Carter Beard   A New Art , en Scribner's Magazine, vol. XX, nº 1, Nueva York, julio de 1896. 
Pierre Boitard  Manuel du Naturaliste Préparateur , Roret, Paris, 1825. 
Montagu Browne  Artistic and Scientific Taxidermy and Modelling  , Adam and Charles Black, Londres, 1896.
William Temple Hornaday Two Years in the Jungle , Charles Scribner’s Sons, Nueva York, 1885.
William Temple Hornaday Taxidermy and Zoological Collecting , Charles Scribner’s Sons, Nueva York, 1891. 
William Temple Hornaday  Masterpieces of American Taxidermy ,  en Scribner's Magazine, vol. 72, nº 1, Nueva York, julio de 1922.
Hornaday, William Temple   Masterpieces of American Bird Taxidermy , en Scribner's Magazine, vol. 78, nº 3, Nueva York, septiembre de 1925. 
Pierre Jean-Claude Mauduyt de la Varenne   Manière de préparer et d’envoyer des oiseaux morts, pour en former des collections  , en Encyclopédie méthodique, Histoire naturelle des aimaux  , tomo 1º, 2ª parte, Panckoucke, París, 1782. 
Hanna Rose Shell   Last of the Wild Buffalo. Long displayed, long dispersed, the famous Hornaday bison "family" is reunited in a new home  , en Smithsonian Magazine, Washington, febrero de 2000.
Hanna Rose Shell  Skin Deep. Taxidermy, Embodiment, and Extinction in W. T. Hornaday's Buffalo Group  , en Proceedings of the California Academy of Sciences, vol. 55, suplemento 1, nº 5, San Francisco, 18 de octubre de 2004.
Frederic S. Webster The Birth of Habitat Bird Groups  , en Annals,  Carnegie Museum, vol. XXX, Pittsburgh, 10 de septiembre de 1945.

Recursos: