La Bestia de Gévaudan.


Hubo algún ataque anterior, pero fue a finales de junio de 1764 cuando la bestia se cobró la primera víctima, Jeanne Boulet, una niña de 14 años que vivía en el pueblecito de Les Hubacs, cercano a Langogne, en el actual departamento de Lozère, Francia. La segunda fue también una niña de la misma edad atacada el ocho de agosto en la aldea de Masmejean. Entre finales de agosto y septiembre se sucedieron más ataques. Étienne Lafont, administrador de la diócesis de Mende, pidió a los cazadores de la zona que organizaran batidas para acabar con el sanguinario animal, algo que tuvo lugar aunque sin éxito. A mediados de septiembre se unieron a los cazadores cincuenta y siete dragones (1) comandados por el capitán Jean-Baptiste Boulanger, señor de Duhamel, además de un buen número de campesinos. Se peinaron los bosques de Mercoire, de Margueride y de Aubrac. El siete de octubre se halló el cuerpo de otra víctima en el pueblo de Apcher, su cabeza se encontraría una semana más tarde. Al día siguiente se produjeron dos ataques más a jóvenes vaqueros, uno de los cuales logró zafarse y esconderse. Dos cazadores hirieron a la bestia, que no obstante huyó. A finales de octubre volvió a matar a otra mujer en Hermaux.
 

Antoine de Beauterne muestra el lobo de Chazes disecado a Luis XV.

Ante al falta de resultado los Estados generales del Languedoc acordaron el 15 de noviembre ofrecer una recompensa de 2.000 libras a quien acabara con el salvaje animal. Durante el mes de diciembre cinco personas más murieron víctimas de sus ataques. Se llegó a recomendar que los niños -sus padres estaban ocupados en las tareas agrícolas- no pastorearan solos. El último día del año el obispo de Mende, Gabriel-Florent Choiseul-Beaupré, conde de Gévaudan, por medio de los sacerdotes de su diócesis llamó a la oración para combatir a "la plaga enviada por Dios para castigar a los hombres por sus pecados", es decir, a la bestia. Durante los meses de enero, febrero y marzo de 1765 la fiera continuó matando y sorteando las cacerías del capitán Duhamel y su compañía de dragones, que serían acusados de destruir las cosechas y no abonar los gastos de alojamiento. El 12 de enero un grupo de cinco niños y dos niñas pastores fueron atacados en Villaret. Las crónicas describen aquel enfrentamiento entre los niños y el animal. Se cuenta, aunque no está comprobado, que la valentía del joven Jacques André Portefaix le valió que Luis XV le premiara con pagar su educación. Conocido con el nombre de Jacques Villaret, con el tiempo llegó a ingresar en la Escuela Real de Artillería y alcanzar el grado de teniente.

Clement Charles François de L'Averdy, marqués de Gambais y consejero real, env a Gévaudan al experimentado cazador de lobos normando Martin Denneval -se cuenta que acabó con más de 1.200- y a su hijo. Cuando llegaron a principios de marzo se contaban ya 62 víctimas. El día 14 en Vissière Jeanne Chastang luchó con la bestia que atacó a sus tres hijos de 14 meses, y 6 y 9 años. Jean-Pierre, el mediano, fallecería horas más tarde debido a las graves heridas. Jeanne recibió una gratificación real de 300 libras. Los Denneval exigieron a L'Averdy la exclusividad de las batidas y el capitán Duhamel y sus soldados se vieron obligados a abandonar la región. La historia conocida ya como la de la Bestia de Gévaudan (Bête du Gévaudan) llegó a todos los rincones de Europa. Recién finalizada la Guerra de los Siete Años, los periódicos de medio continente se hicieron eco y siguieron el asunto durante meses, llegando incluso a ridiculizar al poderoso ejército francés por su incapacidad de acabar con un simple animal.
 

Grabado representando al lobo con su víctima de Apcher del 7 de octubre de 1764.

 
La primera cacería de los Denneval tuvo lugar el 21 de abril. El primero de mayo la Bestia fue herida por los disparos de unos jóvenes pastores de Rechauve, peró logró huir. Al día siguiente Denneval y veinte hombres buscaron sin fortuna al animal malherido. La tarde de aquel mismo día una mujer falleció a garras de la Bestia en Venteuge. Tras las quejas del marqués Pierre-Charles de Morangiès a Lafont, administrador de la diócesis, por la ineficacia y soberbia de los Denneval, a estos se les unió el 20 de junio François Antoine, el portador del arcabuz de su majestad, su hijo menor, ocho capitanes de la guardia real, seis guardabosques, un sirviente y dos perreros. Dos días más tarde empezaron las cacerías conjuntas con los Denneval. Los desacuerdos entre Antoine y los Denneval acabaron cuando el 18 de julio, por orden real, estos últimos se vieron obligados a abandonar la región. Françoise Antoine llegó a escribir que la Bestia no era más que un simple lobo de gran tamaño. Las partidas de caza se reforzaron con la participación del conde de Tournon y con nuevos perros.

El 11 de agosto se organizó sin éxito una nueva gran cacería. Ese mismo día Marie-Jeanne Valet, de 20 años, mayordoma del cura de Paulhac, cuando junto a otras campesinas se disponía a atravesar un arroyo fue atacada por el animal. Se cuenta que Marie-Jeanne le clavó una lanza al animal y que este cayó al agua y desapareció en el bosque. Antoine, que se apresuró a visitar el escenario, en una carta dirigida al ministro se refiriría a la joven como la doncella de Gévaudan. Cinco días más tarde se organizó otra batida en los bosques de Montchauvet. En ella participaron el paisano agricultor y cazador Jean Chastel y sus dos hijos. Uno de los guardabosques de Antoine quedó atrapado en un terreno pantanoso que Chastel había garantizado como seguro. La mofa le valió a Chastel que tanto él como sus hijos fueran detenidos y encarcelados en Saugues, la capital de Gévaudan, con instrucciones de Antoine a los jueces para que no fueran lilberados hasta cuatro días después de su partida.

Los ataques disminuyeron hasta que alrededor del 20 de septiembre de 1765 se localiza a un gran lobo merodeando en un bosque cercano a la abadía de Sant Julien de Chazes. Nunca antes la Bestia había aparecido en la otra orilla del río Allier. François Antoine y una cuarentena de cazadores de Langeac rodearon un manzanal donde se refugió el animal, que sería herido por el propio Antoine. La Bestia se revolvió contra su enemigo, pero fue rematada por el guardia Rinchard. El lobo, un ejemplar de notable tamaño que pesó 130 libras (2), fue transportado a Besset donde fue diseccionado y eviscerado por el señor François Boulanger, médico cirujano de la población. Algunos testigos, entre los que se encontraban Marie-Jeanne Valet y su hermana, aseguraron que efectivamente se trataba del animal que los había atacado. Robert-François Antoine de Beauterne, hijo de François Antoine, cargó el animal a caballo para transportarlo hasta París. En Clemont-Ferrand mandó disecar el animal y el 27 prosiguió su viaje. Llegó a Versailles el 1 de octubre y el lobo se mostró en los jardines reales. Antoine, el padre, y sus acompañantes prosiguieron mientras en Chazes la caza de una hembra de lobo que había sido vista junto a sus crías. La Bestia fue oficialmente dada por muerta y el arcabucero real y su comitiva marcharon de la región el tres de noviembre.
 

Grabado coloreado de la época.

 
Durante ese mes no se conocieron más ataques, aunque sí empezaron a producirse algunos en diciembre entre Lorcières y Saugues. La Bestia había reaparecido. El rey y su arcabucero ya la habían dado por muerta y se desentendieron del asunto. Durante todo 1766 continuarían contándose víctimas en la región de Gévaudan y al sur de la de Auvernia. Se organizaron nuevas partidas de caza alrededor de los montes Mouchet, Grand y Chauvet, aunque sin resultado. El animal se mostraba en esta ocasión bastante más prudente. A principios de 1767 los ataques descencieron, pero en primavera volvieron con virulencia en Notre Dame de Beaulieu y en Notre Dame d'Estours. La leyenda cuenta que el cazador Jean Chastel mandó bendecir tres balas fundidas a partir de medallas de la Virgen Maria que solía llevar prendadas en el sombrero. El 18 de junio la víctima fue Jeanne Bastide, de 19 años, en Lesbinières. El marqués Jean-Joseph d'Apchier (3) acompañado de un buen número de vecinos, entre los que se encontraba Chastel, organizaron al día siguiente una batida en el bosque de la Ténazerie, en el monte Mouchet. Fue precisamente Jean Chastel quien disparó y mató a la Bestia en el lugar conocido como Sogne d'Auvers. Ocho días más tarde Jean Terrisse, cazador de monseñor de Tour d'Auvergne, mataría a la loba que la acompañaba.

Esta segunda Bestia de Gévaudan fue llevada al castillo de Besque, residencia del marqués. El notario Marin anotó las dimensiones del animal. La cabeza y el cuerpo midieron 3 pies y la cola 8 pulgadas. Según la leyenda el animal pesaba 109 libras (4). Antoine Boulanger, conocido como La Peyranie, médico cirujano y boticario de Saugues, asistido por su hijo Court-Damien, asimismo cirujano, disecó (5) al animal, que fue expuesto en el castillo durante doce días. Pasado ese tiempo, el marqués d'Apchier ordenó a un sirviente apellidado Gibert que se trasladara a París para mostrar la Bestia al Rey. Al llegar al hôtel parisino de los Rochefoucauld, parientes por parte de madre del marqués d'Apchier, el animal se encontraba en tan avanzado estado de putrefacción, que obligó a cancelar la prevista entrevista con el rey Luis XV. El naturalista del Jardin del Rey, Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon, certificó que de lo que se trataba era de un lobo de gran tamaño y sugirió que el animal fuera enterrado en los jardines de la mansión. Los Estados Particulares de Gévaudan concedieron a Jean Chastel una recompensa de 72 libras. Los ataques sí cesaron en esta ocasión.

La Bestia de Gévaudan se cobró en total entre 88 y 124 víctimas mortales. Las cifras varían según las fuentes, las oficiales son las más prudentes. La mayoría de ellas se ubican en la región de Gévaudan, el actual departamento de Lozère.

La leyenda, además de como aprovechamiento turístico -se han erigido varias esculturas y creado hasta un museo en Saugues-, ha inspirado numerosas obras literarias, cómics, obras de teatro, telefilmes (en 1967 y en 2003), algunas películas, entre las que destacan la más efectista El pacto de los lobos (2001) y la más realista La bête de Gévaudan (2002), y hasta algún videojuego. También han abundado los documentales acerca de la Bestia.


Notas.-
(1) Soldados que se desplazan a caballo pero que combaten a pie. 
(2) Unos 59 kilogramos.
(3) Jean-Joseph D'Apchier o D'Apcher, tras la caída del Antiguo Régimen se exilió en Barcelona, donde murió en 1798 a la edad de 50 años. Está enterrado en la basílica de Santa Maria del Pi.
(4) 98 y 21 centímetros y alrededor de 53 kilos respectivamente.
(5) Los cirujanos lo que hicieron realmente fue limitarse a eviscerar y rellenar de paja el cuerpo del lobo, sin desollarlo completamente y sin preservar la piel. Antoine Boulanger o su hijo quizá fueran parientes o posiblemente uno de ellos se tratara del Boulanger que diseccionó el primer lobo en Besset un par de años antes.


© All rights reserved. ® Reservados todos los derechos.
Taxidermidades, 2016.

Bibliografía:
Alain Bonnet   La Bête du Gévaudan. Chronologie et documentation  raisonées , Édition du deux-cent-cinquantenaire , en pdf en http://www.labetedugevaudan.com/pdf/chrono/chronodoc.pdf .

Recursos:
La  Bestia de Gévaudan en Wikipedia.
Página dedicada a la Bestia de Gévaudan. 
Página dedicada a la Bestia de Gévaudan (en francés).
Página del Musée fantastique de la Bête du Gévaudan de Saugues.
Artículo "El pacto de los lobos", película inspirada en la leyenda de la Bestia de Gévaudan en Taxidermidades.