El Gigante Extremeño disecado, entre dos maniquíes (1). |
La única fotografía de Agustín Luengo en vida (4). |
Agustín Luengo Capilla nació el 15 de agosto de 1849 en Puebla de Alcocer, Badajoz, España, hijo de una pareja de humildes artesanos, el mayor de seis hermanos. Tras una infancia de crecimiento normal, con la llegada de la pubertad empiezan a manifestarse en Agustín los primeros síntomas de gigantismo, enfermedad hormonal que irá minando progresivamente su estado de salud. Con diecisiete años pierde la visión y padece frecuentes cefaleas. Tras un periplo por Andalucía llega a Madrid el 28 de agosto de 1875. Poco más de un mes más tarde, el 3 de octubre, aparece en La Correspondencia de España la primera referencia en prensa sobre nuestro protagonista:
"Hoy ha sido presentado a S. M. [el rey Alfonso XII] un joven de 26 años, natural de la Puebla de Alcocer, provincia de Badajoz, llamado Agustín Luengo Capilla, el cual alcanza ya la disforme estatura de dos metros 800 milímetros, sin que aparezca terminado el periodo de su crecimiento, puesto que, en opinión de facultativos, su naturaleza no ha alcanzado más desarrollo que el que se obtiene generalmente a los 13 o 14 años. Se halla algo enfermo desde hace dos meses. S. M. le ha dispensado una benévola acogida. Le acompañaba su madre."
El anterior breve contenía un error, puesto que en vez de 800 milímetros los reales eran 300, siendo su estatura por entonces de dos metros treinta centímetros. Otros periódicos se hicieron igualmente eco del acontecimiento, incluso reproduciendo la errata. La biografía del doctor Velasco, publicada por su colaborador Ángel Pulido Fernández en 1894, es uno de los testimonios al que debemos otorgar mayor credibilidad. La presencia en Madrid de Agustín Luengo posiblemente se debiera al agravamiento de su estado de salud, dolores en abdomen y articulaciones y edemas en los pies. En su trayecto hacia Madrid desde Andalucía, Agustín y su madre permanecieron durante un tiempo en los "baños de la Fuensanta", que según Sánchez Gómez probablemente se tratara del balneario de Hervideros de Fuensanta de Pozuelo de Calatrava, Ciudad Real. El agravamiento de su estado de salud lo obliga a permanecer en cama a partir del 18 de octubre, atendido por la "Beneficiencia domiciliaria" municipal. El doctor Velasco visitaría a Agustín limitándose a tomar nota de su condición física. El 10 de diciembre La Correspondencia de España publicaba: "El Gigante extremeño, que llegó a Madrid hace algún tiempo, se encuentra enfermo de gravedad y sin recursos en la calle de Toledo, posada de Cádiz. Le recomendamos a las personas de corazón piadoso". El 29 el diario El Globo da cuenta del agravamiento de su estado de salud. Dos días después, el 31 de diciembre de 1875, fallecería Agustín Luengo Capilla a la edad de veintiséis años.
Artículo en la revista Por esos Mundos (1901) (5). |
Al día siguiente el doctor Velasco le practica la autopsia, aunque se desconoce bajo qué condiciones fue trasladado el cuerpo del Gigante Extremeño al domicilio del médico, que concluye que "el fallecimiento se ha producido por una debilitación general del organismo, debido a toda una vida de pobreza y sufrimientos". En 1876 El Anfiteatro Anatómico Español, periódico quincenal fundado y dirigido por el propio doctor Velasco, daba cuenta a finales de enero de que el vaciado en yeso de "este notabilísimo fenómeno" ya se encontraba expuesto en el centro del salón grande, y con el propósito de aplacar susceptibilidades añadía "el cadáver de este joven ha sido trasladado al Museo con aprobación de su desconsolada madre, quien ha manifestado su deseo de que sirviera para estudios anatómicos, y con la de las autoridades respectivas". Se ignora además si medió algún pago a la madre. A la escultura en yeso le siguió la exposición del esqueleto y algunos meses más adelante, lo anunciaba la edición de tarde del diario La Correspondencia de España del 15 de octubre (6), la piel disecada del desdichado Agustín:
"Esta tarde a la una ha inaugurado solemnemente sus sesiones del presente ejercicio de 1876-77 la sociedad Anatómica española en el museo antropológico del doctor Velasco.(...)Ha llamado mucho la atención en el centro del salón principal la enorme figura de Agustín Luengo y Capilla, natural de la Puebla de Alcocer, provincia de Badajoz, de dos metros treinta centímetros de altura, que falleció a la edad de 26 años el 31 de diciembre de 1875. Dicha figura, formada con la piel del citado gigante, se encuentra cubierta con los mismos vestidos que ordinariamente usaba.Los invitados al acto han salido profundamente complacidos de la galantería del doctor Velasco."
El vaciado en yeso del Gigante (7). |
El doctor Velasco y su Museo.
Pedro González de Velasco (8). |
El Museo Anatómio-Patológico del número 90 de la calle Atocha (9). |
En 1861 traslada el domicilio de su clínica y Museo al número 100 de la calle Atocha, y nombra a Teodoro Muñoz Sedeño gerente de ambos. Los problemas de espacio continuarán significando un problema y Velasco edificó un nuevo inmueble en el número 90 de la misma calle, adonde en 1863 se mudó. A mediados de 1864 fallecería su hija Maria Concepción, Velasco presenta su renuncia al cargo de director del Museo Anatómico de la Universidad, un puesto que no obstante terminaría abandonando cuatro años después, y se retira durante algunos meses de la vida pública. En 1865 funda la Sociedad Antropológica Española. Su Museo Anatómico-Patológico, como se denomina en aquella época, es descrito como un espacio con columnas blancas y doradas, atriles cubiertos con terciopelo, bustos, inscripciones y cortinillas que, para no herir sensibilidades, ocultan el contenido de algunas vitrinas. En 1867 Velasco muestra parte de su colección en la Exposición Universal de París. Un año más tarde la Revolución y caída de Isabel II propicia que el liberal-progresista doctor Velasco sea nombrado, sin opositar, catedrático de "Anatomía quirúrgica, operaciones, apósitos y vendajes", un cargo soñado que se vio obligado a abandonar tras el golpe de estado del general Manuel Pavía de 1874. En 1871 había visitado el museo el rey Amadeo I de Saboya, y un año después se vuelve a manifestar el problema de la falta de espacio del Museo. Velasco se planteó edificar un palacio-museo y propuso la idea al rey. El diario El Imparcial haciéndose eco publicó el 9 de noviembre de 1872 la oferta de Velasco consistente en "construir en esta corte un museo anatómico humano comparado y de historia natural, que será de su propiedad, y cuyo coste de un millón de reales será sufragado por el Estado, comprometiéndose el mismo Sr. Velasco a pagar al Estado 4.000 duros anuales". Evidentemente, el Ministerio de Fomento la rechazó.
Vista parcial del salón grande del Museo Antropológico hacia 1941 (1). |
La falta de financiación pública no alejará a Velasco de la idea de edificar un imponente museo, y lo conseguirá empeñando todo su patrimonio. El 16 de abril de 1873 coloca la primera piedra del nuevo edificio de su gran Museo Antropológico, que con el tiempo se convertiría en el actual Museo Nacional de Antropología, situado en la esquina de la calle Granada, actualmente Alfonso XII, con el Paseo de Atocha, actualmente de la Infanta Isabel. En enero Velasco había comenzado a editar la revista El Anfiteatro Anatómico Español, que en años sucesivos, también lo haría la prensa, entre otros, daría buena cuenta de las incorporaciones de nuevas piezas al Museo. Aquel mismo 1873 Velasco recibió la donación del cuerpo momificado de la hija del médico Manuel Tarín, que había fallecido hacía seis años a la edad de quince. Aquella momia, que el doctor colocó en la capilla de su domicilio y que actualmente se encuentra depositada en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, protagonizaría una segunda leyenda, según la cual se trataría del cuerpo de la propia hija del doctor Velasco. Así se creyó hasta fecha reciente. Entre enero y marzo de 1875 las colecciones se trasladan al nuevo e imponente Museo Antropológico, un edificio de fachada clasicista, que finalmente se inaugurará con la asistencia del rey Alfonso XII el día 29 de abril.
El Gigante Extremeño estuvo acompañado en la exposición por otras piezas estrella como una mujer de la etnia khoikhoi y un hombre africano, supuestamente también disecados (10). De la primera dio cuenta el diario La Iberia, que el 26 de abril de 1879 publicaba "La sección etnográfica del Museo antropológico del doctor Velasco se ha enriquecido considerablemente con objetos de las Jurdes [Hurdes] y la Venus, hotentota joven" (11). En la fecha del fallecimiento de su promotor, además de las preparaciones anatómicas y otras curiosidades, muchas de ellas etnográficas, el museo disponía de un amplio departamento de Historia Natural, con secciones de botánica, minerales, fósiles y moluscos. La sala de aves contenía alrededor de un millar de esqueletos y ejemplares disecados, entre los que había un avestruz. Otra sala, consagrada a la Anatomía Comparada, albergaba el resto de ejemplares zoológicos -cráneos, esqueletos y animales disecados-. En la siguiente fotografía, correspondiente a esta última estancia, se pueden distinguir, cráneos de mamíferos con cornamenta, y bajo ellos un pez espada, en la pared del fondo; sobre el armario de la derecha, un caimán, un cocodrilo, varios lagartos, y un pez de gran tamaño; las vitrinas repletas de especímenes; y en la parte central entrevemos una foca, un macho montés, un ciervo, un par de felinos de gran tamaño y el esqueleto de un dromedario.
Notas, créditos y agradecimientos.-
(1) Imágenes propiedad del Museo de San Isidro de Madrid, provenientes del fondo José Pérez Barradas, primer director del Antropológico tras su reapertura en 1945, reproducidas en el artículo de Luis Ángel Sánchez Gómez El Museo Antropológico del doctor Velasco (2014).
(2) Cuya amable comunicación y artículos me han permitido descubrir a este personaje. A él mi agradecimiento.
(2) Cuya amable comunicación y artículos me han permitido descubrir a este personaje. A él mi agradecimiento.
(3) No abundaré en ellos. Remito al lector interesado a los artículos del doctor Sánchez Gómez relacionados en la bibliografía.
(4) Fotografía de autor anónimo.
(5) En esa primera página del artículo Monstruos humanos. Los gigantes y el gigantismo, publicado el 13 de abril de 1901, se reproducen dos fotografías de Agustín Luengo Capilla, a la izquierda su vaciado en yeso, y a la derecha su piel disecada. La leyenda de esta última reza "Piel del gigante extremeño, armada y vestida con las ropas que el gigante usó".
(6) El día siguiente otros periódicos como La Época y el Diario Oficial de Avisos reprodujeron la noticia con las mismas palabras.
(7) Fotografía publicada en Nuevo Mundo el 18 de mayo de 1928.
(8) Este retrato y las dos últimas fotografías de este artículo pertenecen al libro de Ángel Pulido El doctor Velasco (1894).
(9) Grabado reproducido en el número 36 de 15 de julio de 1874 de El Anfiteatro Anatómico Español. En él se puede observar a la izquierda, a continuación de las dos sillas, una vitrina con pájaros disecados; y a la derecha se distinguen un jabalí, una llama, un corzo y otros tres mamíferos no identificados disecados enteros.
(10) La única mención a esta pareja de africanos como personas efectivamente disecadas, se encuentra en el inventario del Museo de Velasco de 1887, previo a su adquisición por parte del Estado. Se desconoce cuál fue su final.
(11) Velasco debió bautizarla con ese nombre como reclamo, a imitación de la tristemente célebre Saartjie Sarah Baartman (1789-1815), conocida como la Venus hotentote, una mujer sudafricana igualmente de etnia khoikhoi que fue exhibida desnuda en Londres y París como atracción de feria, y que tras su fallecimiento el naturalista y anatomista del Museo de París Georges Cuvier vació su cuerpo en escayola, conservó su esqueleto, y también el cerebro y sus genitales en alcohol.
(5) En esa primera página del artículo Monstruos humanos. Los gigantes y el gigantismo, publicado el 13 de abril de 1901, se reproducen dos fotografías de Agustín Luengo Capilla, a la izquierda su vaciado en yeso, y a la derecha su piel disecada. La leyenda de esta última reza "Piel del gigante extremeño, armada y vestida con las ropas que el gigante usó".
(6) El día siguiente otros periódicos como La Época y el Diario Oficial de Avisos reprodujeron la noticia con las mismas palabras.
(7) Fotografía publicada en Nuevo Mundo el 18 de mayo de 1928.
(8) Este retrato y las dos últimas fotografías de este artículo pertenecen al libro de Ángel Pulido El doctor Velasco (1894).
(9) Grabado reproducido en el número 36 de 15 de julio de 1874 de El Anfiteatro Anatómico Español. En él se puede observar a la izquierda, a continuación de las dos sillas, una vitrina con pájaros disecados; y a la derecha se distinguen un jabalí, una llama, un corzo y otros tres mamíferos no identificados disecados enteros.
(10) La única mención a esta pareja de africanos como personas efectivamente disecadas, se encuentra en el inventario del Museo de Velasco de 1887, previo a su adquisición por parte del Estado. Se desconoce cuál fue su final.
(11) Velasco debió bautizarla con ese nombre como reclamo, a imitación de la tristemente célebre Saartjie Sarah Baartman (1789-1815), conocida como la Venus hotentote, una mujer sudafricana igualmente de etnia khoikhoi que fue exhibida desnuda en Londres y París como atracción de feria, y que tras su fallecimiento el naturalista y anatomista del Museo de París Georges Cuvier vació su cuerpo en escayola, conservó su esqueleto, y también el cerebro y sus genitales en alcohol.
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Bibliografía:
Taxidermidades, 2018.
Bibliografía:
--- Monstruos humanos. Los gigantes y el gigantismo , en Por esos Mundos, Madrid, 13 de abril de 1901.
--- El Anfiteatro Anatómico Español, vol. 2, nº 36, Rivadeneyra, Madrid, 15 de julio de 1874.
--- El Anfiteatro Anatómico Español, vol. 4, nº 73, Rivadeneyra, Madrid, 31 de enero de 1876.
--- La Correspondencia de España, Madrid, 3 de octubre y 10 de diciembre de 1875, y 15 de octubre de 1876.
--- El Globo, Madrid, 29 de diciembre de 1875.
--- La Iberia, Madrid, 30 de diciembre de 1875 y 26 de abril de 1879.
--- El Imparcial, Madrid, 9 de noviembre de 1872.
Enrique Estévez Ortega Museos de Madrid. El Antropológico , en Nuevo Mundo, Madrid, 18 de mayo de 1928.
Luis Ángel Sánchez Gómez El Museo Antropológico del doctor Velasco (anatomía de una obsesión) , en Anales del Museo Nacional de Antropología, XIV, Madrid, 2014.
Luis Ángel Sánchez Gómez Una momia en el salón. Los museos anatómicos domésticos del doctor Velasco (1854-1874) , en Asclepio, vol. 67, nº 2, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, Julio-Diciembre de 2015.
Luis Ángel Sánchez Gómez Anatomías míticas: el caso de Agustín Luengo Capilla, “El Gigante Extremeño” , en Revista Historia Autónoma, nº 10, Madrid, 2017.
Ángel Pulido Fernández El Dr. Velasco , Establecimiento tipográfico de E. Teodoro, Madrid, 1894.
Recursos:
Artículo El "español disecado" del Museo d'Allard de Montbrison en Taxidermidades.
Artículo Crónica del "negro de Banyoles" en Taxidermidades.
Artículo Foma Ignatiev, el "monstruo" disecado de la Kuntskámera del zar Pedro el Grande en Taxidermidades.
Artículo El "Ensayo sobre la antropotaxidermia" del cirujano suizo Mathias Mayor en Taxidermidades.
Artículo La técnica de la plasinación. Gunther von Hagens en Taxidermidades.
Todos los artículos sobre antropotaxidermia en Taxidermidades.
Página web del Museo Nacional de Antropología.