Diorama del Museo de Chicago con los osos panda gigantes cazados por los Roosevelt en 1929 (1). |
En marzo 1869 en China un cazador le mostró al misionero y naturalista francés Armand David la piel de un oso blanco y negro. Fue el primer occidental que vio uno. David comunicó su hallazgo y envió la piel al zoólogo Henri Milne-Edwards, director del Museo Nacional de Historia Natural de París, donde sigue conservándose. Otro naturalista, el alemán Hugo Weigold miembro de la expedición de Walther Stötzner (1913-1919), se convirtió en 1916 en el primer occidental que vio uno vivo, e inclusó compró un cachorro que fallecería al cabo de poco tiempo. Tres años después, en diciembre 1919 el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York exhibió por vez primera un oso panda gigante (Ailuropoda melanoleuca) disecado, el de la siguiente fotografía. Fue capturado durante la expedición asiática de Paul. J. Rayney y el naturalista Edmund Heller (1918-1919), amparada por el Museo.
El primer oso panda gigante disecado en 1919 en el Museo de Nueva York (2). |
El 13 de abril de 1929 los hijos del presidente Theodore Roosevelt, Kermit y Theodore Jr., fueron los primeros occidentales que cazaron un ejemplar, lo hicieron por cuenta del Museo Field de Historia Natural de Chicago (3). Ese y un segundo ejemplar, abatido por un cazador local, todos ellos procedentes de la provincia china de Shichuan, fueron preparados por los taxidermistas Julius Friesser (4) y Frank C. Wonder y siguen expuestos en el Museo. Hacia 1936 eran ya al menos una docena los osos panda gigantes disecados que se exponían en diferentes museos. Ninguno salió vivo de China. Pero fue la historia de Su Lin la que provocaría una fiebre mundial de atracción por los osos panda. La resumo a continuación.
En 1934 el adinerado aventurero y explorador William Bill Harkness, poco después de haberse casado con la diseñadora de modas y asidua a los actos sociales Ruth McCombs (1900-1947), partió hacia China y Tíbet para intentar regresar a los Estados Unidos con un oso panda gigante vivo. Lo había conseguido con dragones de Komodo, pero Harkness fallecería en Shanghai un año después a causa de un cáncer de garganta sin haber podido ver ninguno. En 1936 Ruth Harkness se empeñó en proseguir la empresa de su marido. En su expedición a Sichuan contó con la ayuda de Gerald Russell, un naturalista inglés, y con Quentin Young (6), un naturalista chino-estadounidense de 22 años a quien la prensa rosa relacionó sentimentalmente con ella.
La suerte les sonrió al hallar una cría de nueve meses. Harkness y Young contarían a su regreso que un cazador local ajeno a la expedición hirió a la madre de un disparo y que se hicieron cargo del pequeño oso, que estaba condenado a perecer. En noviembre al salir de China Ruth Harkness fue retenida por los agentes de aduanas a quienes sorteó abonando una tasa de 20 dólares, el importe correspondiente a un perro. A mediados de diciembre llegó a San Francisco. Era la primera vez que un ejemplar de oso panda gigante se trasladaba vivo a un país occidental y la prensa colaboró en el estallido de la pandamanía. El animal, que se creía que era hembra, fue bautizado como Su Lin, el nombre de la cuñada de Young. Durante nueve meses vivió en el apartamento de Nueva York de Ruth, alimentado con biberones de leche, pero su propietaria acabó vendiéndolo por unos 9.000 dólares al Zoológico Brookfield de Chicago. Durante su primer medio año fue admirado por unas 300.000 personas, 53.000 el primer dia, algunas de ellas famosas como Kermit Roosevelt, las actrices Shirley Temple y Helen Hayes o la escritora Helen Keller. Se desató una carrera mundial de exploradores a la búsqueda de osos panda con el propósito de venderlos a zoológicos.
En febrero de 1938 Harkness volvió de China con Mei Mei, un segundo ejemplar que debía acompañar a Su Lin, pero ambos se mostraron incompatibles y fueron separados. A finales de los treinta ya eran seis los osos panda gigantes que se exhibían en zoológicos estadounidenses (7). Su tasa de supervivencia es baja. Todos ellos irían muriendo y serían sustituidos por otros con gran publicidad. El primero en fallecer fue Su Lin semanas después de la llegada de Mei Mei, a causa de una neumonía. La autopsia revelaría de que en realidad se trataba de un ejemplar macho. Al año siguiente Su Lin sería sustituido por Mei Lan. Varios libros, uno de la propia Ruth Harkness, y un par de películas relatan su historia. En 1946 el gobierno chino prohibió su exportación y los osos pandas que salieron del país lo hicieron en calidad de obsequios de estado o alquilados a zoológicos con contratos de larga duración. Desde hace décadas los osos panda gigantes están amenazados. En la actualidad la población total es de unos 2.000 ejemplares, de los que dos centenares pertenecen a programas de reproducción en cautividad.
Ruth Harkness y Su Lin. |
En febrero de 1938 Harkness volvió de China con Mei Mei, un segundo ejemplar que debía acompañar a Su Lin, pero ambos se mostraron incompatibles y fueron separados. A finales de los treinta ya eran seis los osos panda gigantes que se exhibían en zoológicos estadounidenses (7). Su tasa de supervivencia es baja. Todos ellos irían muriendo y serían sustituidos por otros con gran publicidad. El primero en fallecer fue Su Lin semanas después de la llegada de Mei Mei, a causa de una neumonía. La autopsia revelaría de que en realidad se trataba de un ejemplar macho. Al año siguiente Su Lin sería sustituido por Mei Lan. Varios libros, uno de la propia Ruth Harkness, y un par de películas relatan su historia. En 1946 el gobierno chino prohibió su exportación y los osos pandas que salieron del país lo hicieron en calidad de obsequios de estado o alquilados a zoológicos con contratos de larga duración. Desde hace décadas los osos panda gigantes están amenazados. En la actualidad la población total es de unos 2.000 ejemplares, de los que dos centenares pertenecen a programas de reproducción en cautividad.
Su Lin fue montado para ser expuesto en el Museo Field, donde se puede seguir admirando, al igual que los otros dos de los Roosevelt, que se exponen en un diorama aparte en la sala 17. No he conseguido datos acerca de quienes fueron los responsables del montaje. En aquella época, además de Julius Friesser trabajaba en el taller de Taxidermia del Museo el más tarde reconocido Leon Luther Pray.
Las fotografías de Karen Bean.
En 1938 la fotógrafa del Museo Field Karen Bean realizó una serie de fotografías (9) con una pareja de niños posando ante Su Lin antes de que este fuera colocado en su ubicación definitiva. Las imágenes, propiedad del Field, evidentemente tomadas con un enfoque artístico, son bastante tiernas. Creo que merece la pena recuperarlas.
Las fotografías de Karen Bean.
En 1938 la fotógrafa del Museo Field Karen Bean realizó una serie de fotografías (9) con una pareja de niños posando ante Su Lin antes de que este fuera colocado en su ubicación definitiva. Las imágenes, propiedad del Field, evidentemente tomadas con un enfoque artístico, son bastante tiernas. Creo que merece la pena recuperarlas.
Notas y créditos.-
(1) Imagen propiedad del Museo Field de Historia Natural de Chicago (id: Z94466_13d).
(2) Fotografía de Julius Kirschner tomada en diciembre de 1919, propiedad del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York (id: 37861).
(3) Para hacerse una idea de lo que eran las expediciones de los museos, esta proporcionó al de Chicago cuarenta mamíferos grandes, unos dos mil de pequeño tamaño, unas seis mil aves, además de reptiles.
(4) Julius Friesser fue el sucesor del célebre Carl Akeley en el Field.
(5) Fotografía propiedad del Museo Field de Historia Natural de Chicago (id: Z81168).
(6) Hermano de Jack Young, que siete años antes había acompañado a los Roosevelt en la caza de su oso panda.
(7) Dos en Brookfield, Chicago, dos en Bronx, Nueva York, y dos más en San Luís.
(8) Fotografía de Zagalejo/Wikimedia Commons.
(9) Imágenes propiedad del Museo Field de Historia Natural de Chicago (ids: Z080900, Z080902, Z080903, Z080904 y Z080905 ).
© All rights reserved. ® Reservados todos los derechos.
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Taxidermidades, 2019.
Bibliografía:
Vicki Constantine Croke The lady and the panda , Random House, 2006.
Ruth Harkness The lady and the panda: an adventure , Carrick and Evans, Nueva York, 1938.
Chris Heller How America fell in love with the giant panda , en Smithsopnian.com, (https://www.smithsonianmag.com/history/how-america-fell-love-giant-panda-180956692/), Washington, 21 de septiembre de 2015, (fecha de consulta: 14 de junio de 2019).
Johanna Rizzo The National Zoo is trying for a baby panda. Su Lin was the country's first , en Nationalgeographic.com, (https://news.nationalgeographic.com/news/2013/13/130418-baby-panda-china-zoo-pandacam-science-animals/), Washington, 19 de abril de 2013, (fecha de consulta: 14 de junio de 2019).
Bibliografía:
Vicki Constantine Croke The lady and the panda , Random House, 2006.
Ruth Harkness The lady and the panda: an adventure , Carrick and Evans, Nueva York, 1938.
Chris Heller How America fell in love with the giant panda , en Smithsopnian.com, (https://www.smithsonianmag.com/history/how-america-fell-love-giant-panda-180956692/), Washington, 21 de septiembre de 2015, (fecha de consulta: 14 de junio de 2019).
Johanna Rizzo The National Zoo is trying for a baby panda. Su Lin was the country's first , en Nationalgeographic.com, (https://news.nationalgeographic.com/news/2013/13/130418-baby-panda-china-zoo-pandacam-science-animals/), Washington, 19 de abril de 2013, (fecha de consulta: 14 de junio de 2019).