La portada de un disco, más aún si es -era- de vinilo, de un formato más grande, es un arma más de mercadotecnia que las discográficas emplean vender su producto. Las que reproduzco a continuación tienen en común la presencia de Taxidermia. Entre los animales disecados abundan las alfombras de tigre y oso en compañía de una mujer, un motivo que ya abordamos en la serie Bellas y Bestias. Están ordenadas cronológicamente, desde los años cincuenta del pasado siglo hasta el presente, lo que añade información acerca de cada época. La cantidad de discos con este tema me obliga además a ofrecerla en dos partes.
Eartha Kitt, Down to Eartha (1955). |