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Portada del libro. |
Una docena de páginas insertadas en un tratado de lo más variopinto y con título largo: El artista práctico. Manual que trata de pintura, dorado, plateado y estucos; de moldear por todos los sistemas conocidos, de la fundición y del galvanismo; de la fotografía, retratos en papel y placa; del arte de disección y taxidermia y trabajos de cristal. El autor es Isidro Sánchez Caro, que se describía como "maestro de obras, pintor y revocador, fundador de la Biblioteca de la Amenidad y otros establecimientos de utilidad pública". En la portada aparece el año 1864, aunque en la cubierta figura 1866, el de reimpresión. Carece de ilustraciones.
A modo de introducción, podemos leer:
"Este precioso arte, por cuyo medio se conservan las producciones de la naturaleza, es muy antiguo.
En tiempo de los egipcios ya se poseía con la mayor perfección, y se le daba importancia porque estaba muy en uso el embalsamamiento de los cadáveres: Así es que en nuestros días se conservan las momias de aquellos tiempos en el estado más completo.
Los procedimientos de la disección ofrecen a la par que estudio mucha distracción, por la variedad de objetos que se presentan a cada paso. Para proporcionárselos el disecador debe recurrir a la caza y la pesca, o cuando no sea aficionado a estas tareas, estimular a los que ejerzan tales industrias para que se los proporcionen.
Como para la disecación se necesita de antemano tener los preservativos, me parece conveniente empezar por dar una idea de los mejores y más usuales, y las recetas para su preparación."