La siguiente imagen, donde vemos la fachada del establecimiento de Edward Wade Darbey con once cráneos de búfalo alineados a pie de calle, fue tomada en la primavera en 1911 por el fotógrafo Lewis Benjamin Foote y se conserva en los Archivos de Manitoba, Winnipeg, Canadá. El paleontólogo e historiador James A. Burns en su artículo Edward Darbey, Taxidermy, the Last Buffaloes, publicado en la revista Manitoba History en 2010, nos descubre tanto al taxidermista como las razones del porqué de esos búfalos en el suelo.
"Castidermia" (2012), cortometraje de terror gore.
"De mi padre heredé la habilidad y las herramientas de su taller de taxidermia. Y de mi madre la pulcritud espiritual y los valores morales. Pero ya no están. Me llamo Casto, y estoy solo. Mi fascinación por alterar el aspecto físico normal de los seres vivos se remonta a muchos años atrás. De joven descubrí que no hay demasiada diferencia entre los animales y los humanos… siendo estos una especie susceptible de mejora… Y poco a poco, sin darme cuenta, empecé a iniciarme en el arte de la hibridación." Voz en off inicial.
Casto, el taxidermista protagonista, con una de sus creaciones, aparentemente un inofensivo faisán (1). |
Taxidermia y cine gore, sangre y vísceras. Sinopsis oficial: "Hijo de taxidermista, Casto es un hombre siniestro que vive aislado del mundo en la conserjería de una vieja fábrica abandonada. Es verano un grupo de adolescentes del pueblo se instala delante de su guarida para reírse de él. Hoy las chicas acuden a la cita habitual con sus amigos, dando pie a un inoportuno cruce de caminos". Mofarse de un pobre hombre tenía un precio. No desaprovechemos la ocasión para añadir otro siniestro taxidermista más a nuestro listado.
Testimonio de Tabernier de cómo los persas rellenaban pieles a mediados del s. XVII.
Portada del libro. |
En el tercer capítulo del libro cuarto de la primera parte, titulado Los animales de servicio, los peces y las aves de Persia, Tabernier se refiere a los domésticos caballos, las mulas, los asnos y camellos, y a los salvajes leones, leopardos y osos o el puercoespín. En este punto el viajero relata que "en el fuerte que los holandeses han hecho en el Cabo de Buena Esperanza, conservan el cuerpo de un león [¿disecado?] que fue encontrado muerto en el campo, tras haber sido perforado por cuatro o cinco de estos aguijones [de puercoespín]". El viajero sigue relacionando peces, cangrejos y aves, entre estas últimas las de presa, y se entretiene en comentar "el magnífico equipo de caza del rey persa" y las aves de cetrería, y prosigue:
Índice manuscrito de la biblioteca de un aficionado a la naturaleza.
Los libros de Taxidermia que poseía F. E. Wood. |
Cubierta del cuaderno. |
Los autores que aparecen en la sección de Taxidermia, Oliver Davie, Frank Blake Webster, William Temple Hornaday, Charles Johnson Maynard, Charles K. y Cherster A. Reed, John Stewart Rowley, Leon Luther Pray y Benjamin Harry Warren, lo son de manuales casi todos publicados entre la década de los ochenta del siglo XIX y los años veinte del siglo pasado, lo que nos revela que su propietario, un tal F. E. Wood, del que no tengo noticias, era estadounidense y vivía en aquella época.