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El tío Sangonera (1).
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Escrita en 1902 por Vicente Blasco Ibáñez, Cañas y Barro está ambientada en la Albufera, la conocida laguna de agua salobre de Valencia. A través de su protagonista, el perezoso Tonet y de la saga que inició su abuelo en El Palmar, la novela, centrada en la relación amorosa de su protagonista con Neleta, describe los cambios de finales del siglo XIX.
El tercer capítulo de esta clásica de la literatura española, en el que Tonet prefiere verse con Neleta y emborracharse con sus amigos, antes que trabajar, contiene el siguiente fragmento donde aparece un disecador:
"El tío Toni antes bondadoso, era ahora exigente, como el tío Paloma,
al ver crecido a su hijo, y Tonet, como bestia resignada, iba arrastrado
al trabajo. Su padre, aquel héroe tenaz de la tierra, era
inquebrantable en sus resoluciones. Cuando llegaba la época de plantar
el arroz o de la recolección, el muchacho pasaba el día en las tierras
del Saler. El resto del año pescaba en el lago, unas veces con su padre y
otras con el abuelo, que le admitía de camarada en su barca, pero
jurando a cada momento contra la perra suerte que hacia nacer tales
vagos en su familia.
Además, el muchacho veíase impulsado al trabajo por el hastío. En
el pueblo no quedaba nadie con quien entretenerse durante el día. Neleta estaba en Valencia, y sus antiguos compañeros de juegos, crecidos
ya como él y con la obligación de ganarse el pan, iban en las barcas de
sus padres. Quedaba Sangonera; pero este tuno, después de la aventura
de la Dehesa, se alejaba de Tonet, recordando la paliza con que había
agradecido el abandono de aquella noche.