Hace algunos días apareció publicado en la revista Science el artículo A global approach for natural history museum collections, en español Un enfoque global para las colecciones de los museos de historia natural, un texto promovido por Kirk R. Johnson, paleontólogo y director del Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian de Washington, Ian F. P. Owens, del Laboratorio de Ornitología de la Universidad Cornell de Ithaca, Nueva York, que ha contado con la aprobación de Global Collection Group, un grupo de formado por los mayores 73 museos de Historia Natural de 28 paises que suman una colección de 1.147.934.687 especímenes.
Un dato: esos casi 1.148 millones de especímenes están custodiados por 4.500 científicos, lo que resulta que cada investigador tiene a su cargo unos inabarcables 250.000. Al personal en plantilla se suman unos 4.000 voluntarios. Un segundo dato: en tres siglos de investigación solamente se han descrito y nombrado 2'2 millones de especies de un total de 15 millones que se calcula existen en la Tierra. Un tercer dato: apenas el 16 % de las piezas están catalogadas digitalmente, mayormente sin fotografía, y sólo el 0'2 % disponen de información genética accesible. Todo ello teniendo en cuenta que las colecciones son una "fuente de información incomparable que es directamente relevante para temas tan diversos como la conservación de la vida silvestre, el cambio climático, la preparación para pandemias, la seguridad alimentaria, especies invasoras, minerales raros y bioeconomía".
El texto es un llamamiento a la inversión pública en museos:
"Sin embargo, a pesar de su valor potencial, las colecciones de historia natural están en peligro. Los incendios, los desastres naturales y los conflictos humanos pueden dañar y destruir las colecciones. La degradación y destrucción menos pronunciadas ocurren debido a la falta de inversión a largo plazo en infraestructura y experiencia. Debemos invertir en proteger y preservar estas colecciones, y en expandirlas e integrarlas, y la experiencia asociada, con esfuerzos de recolección enfocados y nuevas tecnologías como la genómica, el ADN ambiental y la inteligencia artificial."
Los autores añaden:
"Por ejemplo, aunque nuestros datos muestran que la escala de la colección mundial es enorme, también destaca lagunas conspicuas con respecto a las regiones tropicales y polares, los sistemas marinos y la diversidad microbiana y de artrópodos no descubierta. Además, nuestro estudio no aborda los cientos de museos más pequeños, sus colecciones y su personal, que componen el resto de la colección global; estos son especialmente valiosos debido a sus participaciones regionales y la especificidad de su experiencia."
El número total de Museos de Historia Natural a nivel mundial supera el millar. El artículo recoge algunas prioridades como la digitalización, la aceleración y ampliación de las colecciones genómicas, la informatización, y una mayor capacitación que genere "beneficios recíprocos, experiencia y democratización del acceso a las tecnologías". Las actuales colecciones contienen objetos recolectados sin consentimiento de las comunidades de origen, sin reconocimiento de los contribuyentes o sensibilidades culturales. Los firmantes opinan que "para reparar las injusticias del pasado, los museos deben comprometerse con las comunidades de origen para comprender sus perspectivas y necesidades con respecto a los objetos y sus metadatos asociados que pueden incluir conocimientos culturales o ecológicos sensibles".
La situación en España, peor.
El Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid es uno de los participantes en el Global Collection Group, el único representante español. Como ya denunciaba hace bastantes años en una nota al pie en el artículo que dediqué a dicho museo, la penosa situación de este es endémica, desde su fundación siempre ha estado en precario: edificio insuficiente y compartido, presupuesto mínimo de mantenimiento, escasez de personal, almacenes inseguros en naves de polígonos industriales. Haciéndose eco del llamamiento en la revista Science, el periódico El País aportaba algunos datos del museo español: sólo expone el 0'6 % de sus fondos; el equipo de tres entomólogas tiene a su cargo 5'5 millones de insectos; la mayoría de mamíferos y aves disecados siguen almacenados en dos naves industriales en la población de Arganda del Rey, que sufrieron una inundación en 2002 y en 2017 los efectos de una explosión en una planta de residuos industriales vecina. En este punto cabe recordar los incendios que destruyeron el Museo Nacional de Historia Natural de la India en 2016 y el Museo Nacional de Brasil de Río de Janeiro en 2018. Seguimos sin expectativas de mejora.
Crédito.-
(1) Fotografía de Chip Clark/Smithsonian Institution.
© All rights reserved. ® Reservados todos los derechos.
Taxidermidades, 2023.
A global approach for natural history museum collections , en Science, vol. 379, nº 6.638, páginas 1192-1194, American Association for the Advancement of Science, Washington, 23 de marzo de 2023. (artículo electrónico)
Javier Rico Nieto El museo de los horrores , en El País, Madrid, 14 de octubre de 2007.
Recursos:
Artículo El Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid en Taxidermidades.