Elefante atacado por una tigresa (1). |
El grupo Elefante atacado por una tigresa, preparado por Rowland Ward en 1889, se expone en un rincón del primer piso de la Gran Galería de la Evolución del Museo Nacional de Historia Natural de París. Es una de las atracciones de la exposición permanente. La escena recrea el suceso que protagonizó el cazador, el duque de Orleans. Su historia es la siguiente.
Nacido en el exilio, Luis Felipe de Orleans, pretendiente al trono francés, ingresó en 1886 en el Real Colegio Militar de Sandhurst. Contaba 19 años. Un año más tarde parte a la India encuadrado en el 4º Batallón Real de Fusileros del Rey. Poco después de su llegada a Bombay, y antes de incorporarse a su destino, el 13 de febrero es invitado por el virrey lord Dufferin a una gran cacería de tigres en Calcuta que durará unas seis semanas. A la llegada de su primo Enrique de Orleans, asimismo en el exilio y que se encontraba de viaje alrededor del mundo, recorren juntos las tiendas de Calcuta pertrechándose de armas, municiones y vestimenta.
El 29 de febrero de 1888 la expedición, encabezada por G. Williams, un colono conocedor del territorio y agente del rajá de Purnea, partió hacia Teraé, al sur del Nepal. El grupo, que se completaba con un tal Boissy, ex teniente retirado acompañante de Enrique, el coronel de Parseval, asistente de Felipe, el marqués de Morès (3) y su esposa, el duque de Montrose (4), y el doctor Forsyth, médico militar retirado y excelente cazador, viajó en tren hasta Purnea y recorrió a pie unos 275 kilómetros a lo largo del río Kosi, afluente del Ganges, en dirección a las montañas. El material transportado con la ayuda de 60 elefantes, además de víveres y otros suministros, incluía 10 grandes tiendas de campaña, 61 rifles, 14 revólveres y 31.000 cartuchos. En su retorno a Francia en septiembre de 1888 Enrique de Orleans declararía en el semanario L'Univers illustré que entre asistentes domésticos, rastreadores, cornacas, palafreneros, armeros, cocineros y desolladores de pieles sumaban seiscientas personas, a lo que había añadir los bueyes que tiraban de los carros, los caballos de silla y ciento treinta elefantes, cifra esta última que se contradice con otros testimonios. Felipe de Orleans terminaría aquella aventura habiendo obtenido un gran número de trofeos, entre ellos ocho tigres -la expedición declaró haber abatido veintiún tigres-. Sus experiencias las recogería en el libro Une expédition de chasse au Népaul (1892).
Una tigresa acorralada por los elefantes, cuyas dos crías habían sido abatidas por el grupo, protagonizó la siguiente escena, que tuvo lugar el 26 de marzo de 1888 cerca del campamento establecido en Dewanganj, Nepal. La describe brevemente su primo Enrique de Orleans en el libro Six mois aux Indes: Chasses aux tigres (1889):
"Es mi primo quien penetra; un elefante nepalí le sigue de cerca. La tigresa corre de inmediato hacia mí; dos balas explosivas lo hacen girar. La muralla de elefantes se mantiene firme. Entonces la bestia se lanza hacia un costado y recibe la misma bienvenida por parte del coronel; su furia ya no conoce límites: por tanto ¿fue en vano doblegada la criatura preñada? ¡Sus enemigos son despiadados! Se revuelve y ve al elefante del duque de Orleans marchando hacia su morada, ¡no se contenta con asediarlo, sino que quiere forzarlo! al menos no quedará impune; si debe morir, venderá cara su vida.Salta sobre el elefante de Philippe, se prende al parapeto del palanquín y se aferra a él con sus garras, pero todo conspira para traicionarla: el lateral del palanquín cede y ella cae de espaldas.Mi primo, disparando el arma sin saber muy bien hacia dónde, se aferra a la parte trasera del palanquín; su elefante entra en pánico y con la trompa estirada hacia adelante se aleja al galope. El duque de Orleans parte su fusil en dos contra una rama. Sin saber cómo queda colgado por detrás. Afortunadamente el elefante se detiene al reunirse con los demás y mi primo cae al suelo.Durante el suceso, Morès y el señor de Boissy cruzan el río para reunirse con nosotros y matan un pequeño tigre, que escapaba hacia el monte.En cuanto a la tigresa, desapareció. Pero al día siguiente se dejó abatir en el mismo lugar, sin oponer resistencia."
Efectivamente, la tigresa huyó pero al día siguiente el duque la mató en el mismo lugar mientras cruzaba el río. El suceso ocupa varias páginas de su libro Une expédition de chasse au Népaul, donde afirma que el rifle se lo partió la tigresa, contradiciendo así el testimonio de su primo. Una entrevista al semanario The Graphic del 1 de junio de 1889 Felipe de Orleans reafirmaría que un manotazo del animal le partió el rifle (5):
"-¿Le pareció emocionante la caza de tigres?
-Sí, dijo el Príncipe, bastante emocionante a veces cuando cazas al tigre, como decía un nabab (6) indio, y siempre cuando el tigre te quiera cazar a ti.
- ¿Ocurría esto último a menudo?
-Una vez una tigresa saltó sobre mi palanquín. Le rompió la parte delantera por completo y con una pata me arrancó el arma de entre las manos y la partió en dos como el tubo de una pipa. Ahí estuvo bastante cerca.
Habían matado a dos cachorros de tigresa y su madre estaba cercada por una hilera de elefantes. Pensábamos que estaba agachada en un trocito de jungla detrás de un árbol en la orilla de un pequeño arroyo, pero ninguno de nuestros elefantes podía acercarse. Al cabo de un tiempo, mi elefante, más valiente que los demás, se vio inducido a avanzar y empujar el árbol hacia abajo. Mientras estaba así, la tigresa saltó de un costado con un rugido y un tremendo salto justo encima de mi palanquín, destrozando el frontal, rompiendo mi arma con un golpe de pata y haciendo explotar el cañón derecho antes de que yo pudiera disparar. Tenía el arma en mi poder: un rifle de dos cañones roto en dos pedazos justo debajo de los cañones, el guardamonte y las placas de metal arrancadas y retorcidas por la fuerza del golpe, y con un cañón disparado, y el otro medio colgando. Afortunadamente para mí, ella tropezó hacia atrás, posiblemente sorprendida por la explosión, y huyó hacia la jungla. Mi elefante, enloquecido de miedo, salió corriendo en dirección opuesta y durante una distancia considerable nada pudo detenerlo. Cuando por fin regresamos con los demás, encontramos a toda la fila de elefantes tan desmoralizada que tuvimos que abandonar la caza aquel día y regresar al campamento. A la mañana siguiente arrinconamos a nuestra presa casi en el mismo lugar y tuve la fortuna de derribarla justo cuando cruzaba el río. El cornaca logró deslizarse de manera extraordinaria debajo de las orejas del elefante y resultó ileso, pero perdió su tocado."
Felipe de Orleans describe en su libro el desollado del primer tigre obtenido por la expedición, abatido por el coronel Parseval, y nos informa que una vez extraída, descarnada y desengrasada la piel, se le aplicó una mezcla de sal y arsénico y se dejó secar al sol. "Puede, en este estado, esperar largo tiempo los cuidados de un hábil preparador que la curta". Felipe prosigue aconsejando que a falta de arsénico, una mezcla de sal, agua y ceniza también servirá;
sobre cómo limpiar el cráneo; y recuerda que "un cazador de tigres no debe jamás olvidar las garras y las clavículas que, montadas en oro o plata, fuente de encantadores amuletos, que los y las habitantes de Europa se disputan a su vuelta".
El taxidermista londinense Rowland Ward escribe en su A Naturalist's Life Study in the Art of Taxidermy (1913):
"En mayo de 1889 su majestad real el duque de Orleans me encomendó el encargo de montar una serie de trofeos obtenidos por él en una gran cacería en Nepal, durante el período en el que sirvió en la India bajo las órdenes del general (más tarde sir George) Luck y sir Frederick (ahora conde) Roberts. Durante esta cacería una tigresa, cuyos cachorros habían sido abatidos, saltó sobre el cuello del elefante que llevaba a su alteza real e intentó entrar en el palanquín, rompiendo al hacerlo la culata de su rifle. Los detalles del incidente me fueron confiados por su propia alteza real, y luego aparecieron en The Graphic bajo el título Cuerpo a cuerpo (7)."
A continuación Ward reproducía el texto de The Graphic, también un esbozo gráfico suyo representando el montaje, y concluía: "Escogí el momento en que el animal se escontraba en el acto mismo de entrar en el palanquín. Estos trofeos se conservaron durante muchos años en el museo de Sheen House, la residencia del duque de Orleans".
La condesa de París, asimismo cazadora, supervisó el montaje de los tigres que su hijo Felipe mandó a Rowland Ward, sus primeros trofeos de caza de su primera expedición. A partir de entonces Ward prepararía todos los trofeos del duque. Durante un tiempo aquellas primeras capturas decoraron Sheen House, la casa paterna. A lo largo de su vida Felipe de Orleans recorrería el mundo y reuniría una excelente colección en su museo particular.
Sobre los detalles del montaje tales como la técnica o materiales empleados por el taxidermista nada sabemos. La tigresa se mostró en la Exposición Universal de París de 1889. Sobre el elefante del grupo, que se incorporaría más tarde, se cuenta que Felipe de Orleans lo abatió en otra cacería en Ceilán.
A la muerte de su tío Enrique de Orleans, duque de Aumale, en 1897 Felipe hereda y se muda a York House, situada en Twickenham. Londres. Allí consagrará diez salas a sus trofeos de caza y proseguirá con sus expediciones con el propósito de aumentar la colección. Años más tarde, en 1907, mandó construir un edificio destinado en exclusiva a museo en Wood-Norton, Worcestershire, alejado unos doscientos kilómetros de la capital. Allí instaló algunos reconocidos dioramas creados por Rowland Ward, además del elefante atacado por una tigresa, dos leones combatiendo, una leona atacando una cebra de Grevy, o un carnero Marco Polo bajo las garras de un leopardo de las nieves.
Felipe de Orleans falleció en 1926, donando su inmensa colección a Francia, y en cumplimiento de sus últimas voluntades el 22 de diciembre de 1928 se inauguró en París, bajo el auspicio del Museo Nacional, la Galería del duque de Orleans en el número 45 de la rue Buffon, proyecto que perseguía el cazador. La falta de mantenimiento debido a la baja calidad del edificio, frío en invierno, caluroso en verano y mal ventilado, motivó que en 1960 se clausurara. Algunos especímenes salvables, es el caso de la tigresa y el elefante, o del hipopótamo, también expuesto en el espacio central, cruzaron la calle trasladándose a la Gran Galería, donde se pueden admirar en la actualidad.
Notas y créditos:
(1) Imágenes propiedad del Museo Nacional de Historia Natural de París.
(2) Publicados en el semanario L'Univers illustré el 19 de septiembre de 1888.
(3) Antoine-Amedée-Marie-Vincent Amat Manca de Valombrosa, ranchero aristócrata y aventurero francés.
(4) Douglas Graham, duque de Montrose, sólo participó en la cacería los primeros quince días.
(5) Versión coincidente con la aportada unos meses antes en L'Univers Illustré del 6 de octubre de 1888.
(6) Gobernante de una provincia.
(7) At Close Quarters en el original.
(8) Publicado en su libro A Naturalist's Life Study in the Art of Taxidermy (1913)
© All rights reserved. ® Reservados todos los derechos.
Taxidermidades, 2024.
--- At Close Quarters. An Incident of the Duc d'Orleans Recent Hunting Tour in India , en The Graphic, Londres, 1 de junio de 1889.
Donatien Levesque Le duc d'Orléans aux Indes , en L'Univers illustré, nº 1749 y 1750, C. Lévy, París, 29 de septiembre y 6 de octubre de 1888.
Henri d'Orléans Six mois aux Indes: chasses aux tigres , C. Lévy, París, 1889.
Philippe d'Orléans Une expédition de chasse au Népaul , C. Lévy, París, 1892.
Rowland Ward A Naturalist's Life Study in the Art of Taxidermy , Rowland Ward, Londres, 1913.
Enlaces:
Artículo Los Ward de Lodres. Rowland Ward en Taxidermidades.
Artículo El Museo Nacional de Historia Natural de París en Taxidermidades.
Artículo Los grupos de elefantes de Carl Akeley en Taxidermidades.
Artículo "Jumbo", el "rey de los elefantes" en Taxidermidades.
Artículo El periplo del elefante "Hans" en Taxidermidades.
Artículo Banquete en el interior de la elefante "Parkie" en Taxidermidades.
Artículo Pierre-François-Marie Bourdet, su tratado de Taxidermia y su elefante en Taxidermidades.
Artículo "Fritz, el elefante del Museo de Bellas Artes de Tours en Taxidermidades.
Artículo "Elefante atacado por una tigresa" del duque de Orleans, por Rowland Ward en Taxidermidades.
Artículo La historia del elefante "Solimán" en Taxidermidades.
Artículo El elefante indio del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid en Taxidermidades. Artículo El periplo del elefante "Hans" en Taxidermidades.
Artículo Banquete en el interior de la elefante "Parkie" en Taxidermidades.
Artículo Pierre-François-Marie Bourdet, su tratado de Taxidermia y su elefante en Taxidermidades.
Artículo "Fritz, el elefante del Museo de Bellas Artes de Tours en Taxidermidades.
Artículo "Elefante atacado por una tigresa" del duque de Orleans, por Rowland Ward en Taxidermidades.
Artículo El elefante "Chief" en Taxidermidades.
Artículo El uso del corcho aglomerado en la Taxidermia. El elefante del Museo de Toulouse en Taxidermidades.
Artículo El elefante africano del Museo de Ciencias Naturales de Madrid en Taxidermidades.
Artículo El uso del corcho aglomerado en la Taxidermia. El elefante del Museo de Toulouse en Taxidermidades.
Artículo El elefante africano del Museo de Ciencias Naturales de Madrid en Taxidermidades.
Artículo El "Elefante Fénykövi", ahora "Henry", del Museo Smitthsonian de Washington en Taxidermidades.
Artículos sobre Taxidermia y elefantes en Taxidermidades.