La semilla que viajó en el interior de un pájaro disecado.


Conyza canadensis (1).
Sus nombres comunes en español son, entre otros, zarramaga, hierba carnicera, erígero del Canadá, o simplemente coniza o erígero. Su nombre científico Conyza canadensis, anteriormente Erigeron canadensis. Es fácilmente reconocible puesto que es muy común. Todos la hemos visto y la reconocemos al instante, por ejemplo observando la imagen de la derecha.

Se trata de una planta herbácea de ciclo anual que alcanza el metro de altura, de tallo erguido, ramificado, con hojas lanceoladas lineales alternas, cuyas flores se producen en inflorescencias con varias arracimadas libremente en cada tallo. Posee ciertas propiedades medicinales. Es astringente y antidiarreica, diurética, empleada en caso de cistitis y como anticatarral.
 
Se reunen unas 50 especies bajo el género Conyza. La Conyza canadensis, como su nombre indica, es originaria de Norteamérica y en la actualidad se puede encontrar en todo el mundo. Por otra parte, se ha convertido en una planta invasora, además resistente al glifosato, el herbicida más comúnmente empleado. Su infectación en ciertos cultivos reduce su rendimiento, en el caso de la soja, de hasta el 85 %.
 
Aparece en el Atlas de las especies alóctonas invasoras en España (2004) editado por la Dirección General para la Biodiversidad del Gobierno de España donde, refiriéndose a su procedencia y forma de introducción, leemos :
   "Se trata de una especie originaria de América del Norte. En cuanto a su modo de introducción en el Viejo Continente, no está claro si fue intencionado para ser cultivada en los jardines botánicos, o se produjo de forma fortuita debido a la actividad comercial o, como señala THELLUNG (l.c.) por medio de un pájaro disecado en el que se habían utilizado frutos de esta especie para su taxidermia."

Así pues, entre las dos hipótesis, su introducción de forma voluntaria o de forma accidental, la segunda contempla la posibilidad de que la semilla llegara a Europa entre el relleno de un pájaro disecado. En consecuencia acudo a Albert Thellung, en cuya tesis doctoral titulada La flore adventice de Montpellier (1912) se encuentra una primera referencia. Según Thellung la primera noticia que se tiene de la presencia de la planta en Europa es que en 1655 se cultivaba ya en los Jardines de Blois, los primeros jardines renacentistas de Francia. Thellung efectivamente exponía las dos hipótesis, su introducción para ser cultivada en jardines botánicos, o su llegada accidental, y en esta segunda la posibilidad de que:
   "De acuerdo con SCHLEIDEN (Die Pflanze und ihr Leben, ed. 5, 1858, p. 348) y CRIÉ (Nouveaux éléments de botanique, 1881, p. 1109) nuestra planta, "cuyos frutos se habrían utilizado para rellenar un pájaro" (CRIÉ, l.c.) habría llegado desde América hasta Europa en el siglo XVII."
 
La referencia de Thellung.

 
Acudo al texto original de  Matthias Jacob Schleiden en su Die Pflanzen und ihr Leben (1858):
   "A mediados del siglo XVII una semilla de una especie de Erigeron (*) llegó a Europa en un pájaro disecado, se sembró y es hoy una plaga extendida por toda Europa, en lugares donde ningún hombre la llevó.
                                                                    (*) Erigeron canadensis L."
La cita de Schleiden.

 
Y también al de Louis Crié en Nouveaux éléments de botanique (1881), quien al tratar "Los principales medios de transporte de los vegetales en la superficie del globo", que el autor clasifica en "las aguas corrientes, la atmósfera, los animales o el hombre", en el caso de nuestra Conyza se refiere a ella únicamente con la siguiente frase:
   "La Eringeron Canadense, planta americana cuyos frutos fueron empleados para disecar [rellenar] un pájaro que llegó a Europa en el siglo XVII, con la ayuda de sus propágulos, se extendió por Europa con la más asombrosa rapidez."
La conjetura de Crié.

 
Como comprobamos, tanto Schleiden como Crié contemplaban únicamente la introducción accidental de la semilla en Europa en la piel henchida de un ave disecada, mientras que un prudente Thellung añadía además que quizá se hubiera cultivado en algún jardín botánico. Por lo tanto, no disponemos más que de conjeturas. Ciertamente existe la posibilidad de que la Conyza canadensis llegara entre el relleno herbáceo de un pájaro disecado, material común en el henchido de pieles de aves durante los siglos XVII y XVIII; aunque sin certezas, dicha eventualidad apunta mayormente a leyenda. Pero para eso está la tradición oral, para transmitirla.
 
Crédito.-
(1) Fotografía de Michael Becker/Wikimedia Commons.
 
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Taxidermidades, 2024.
 
Bibliografía:
Louis Crié   Nouveaux éléments de botanique , Octave Doin, París, 1884.  
Mario Sanz Elorza, Elías D. Dana Sánchez y Eduardo Sobrino Vesperinas   Atlas de las Plantas Alóctonas Invasoras en España , Dirección General para la Biodiversidad. Madrid, 2004.
Matthias Jacob Schleiden   Die Pflanzen und ihr Leben , Wilhelm Engelmann, Leipzig, 1858.
Albert Thellung   La flore adventice de Montpellier , Émile Le Maout, Cherbourg, enero de 1912.