"Vándalos", relato de Alice Munro.


Primera edición de Open Secrets.
La historia transcurre del humor al drama en poco más de treinta páginas. Parte de una carta no enviada, de agradecimiento de Bea Doud a Liza Minelli y al marido de esta, Warren. Ladner, la pareja de Bea falleció durante una operación para implantarle un marcapasos y la noche anterior, mientras se encontraban en el hospital, su casa fue vandalizada, situación que supuestamente descubrieron Liza y Warren cuando acudieron a petición de Bea para revisar la llave de paso del agua, informando por teléfono del suceso a Bea. El protagonista del relato es el ausente Ladner, inglés, personaje inestable y malhumorado, aviador durante la Segunda Guerra Mundial, que se había ganado la vida como taxidermista. Conocemos el pasado de Bea con su anterior pareja y los inicios de su relación con Ladner; también la niñez de Liza y su fallecido hermano Kenny, huérfanos de madre, vecinos de Ladner y Bea; y la estrecha relación entre Liza y Bea, quien le pagó su educación universitaria. Al final de la narración se nos revela el sórdido suceso sufrido por Liza durante su infancia, un secreto transmutado en venganza.

La escritora canadiense Alice Munro publicó Vándalos (Vandals) en The New Yorker, lo mismo que otros relatos reunidos en 1994 en el volumen Open Secrets (Secretos a voces). El patrón del relato es recurrente en la obra de Munro, la trama se convierte en secundaria cuando emerge un detalle, un pequeño latigazo. En este caso la historia guarda cierto paralelismo con un suceso sórdido en la biografía de Munro, su hija menor Andrea Robin Skinner sufrió abusos sexuales de su padrastro Gerald Fremlin, segundo marido de Munro, delito por el que sería condenado en 2005. Poco después de fallecer su madre, Skinner la acusó de haber protegido a su marido.
 
Revisitamos algunas de las escenas de Vándalos en las que aparece la Taxidermia. Una primera donde Bea visita la casa de Ladner por vez primera:
   "No esperaba que la invitase a entrar en la casa. Pero Ladner dijo: "¿Quiere una taza de té? Puedo prepararle una taza de té", y entraron. La recibió un olor a pieles, a jabón desinfectante, a virutas de madera, a trementina. Las pieles estaban amontonadas, dobladas. En los estantes había cabezas de animales, con las cuencas de los ojos y las bocas vacías. Lo que al principio tomó por el cuerpo desollado de un ciervo resultó ser una armadura de alambre con bultos que parecía paja engomada. Ladner le explicó que reconstruiría el cuerpo con cartón piedra."

Cuando Bea establece relación con Ladner aparece ya como su ayudante:
   "Bea tuvo que aprender muchas cosas sobre el mantenimiento de la finca y también sobre el arte de la taxidermia. Tuvo que aprender, por ejemplo, a colorear labios, párpados y narices con una hábil mezcla de óleo, linaza y trementina. También tuvo que aprender otras cosas: lo que Ladner decía y no decía. Prácticamente, tuvo que curarse de su superficialidad, de su vanidad y sus antiguas ideas sobre el amor."

Durante la inspección de Liza y Warren a la casa de Ladner y Bea se describen algunos de los animales disecados:
   "Warren no era la clase de persona que observa cómo es y qué hay en una habitación, pero vio que en aquella había algunas cosas normales y otras no. Había alfombras, sillas, un televisor, un sofá, libros y una mesa grande. Pero también estanterías con pájaros disecados, algunos muy pequeños y brillantes, otros grandes y buenos para la caza. También un animal marrón y lustroso -¿una comadreja?- y un castor, que reconoció por la forma de la cola."

Tras telefonear a Bea para explicarle los estropicios que habían observado en la casa, Liza y Warren dialogan:
   "- Era ella. Ya te he contado lo que me hizo. ¡Mandarme a la universidad!
   Eso les hizo reir a los dos.
   Pero Warren estaba mirando un pájaro que había entre el caos del suelo. Las plumas empapadas, la cabeza desprendida, con un furibundo ojo rojo.
   - Es un poco raro ganarse la vida así -dijo-. Estar siempre rodeado de cosas muertas.
   - Son muy raros -dijo Liza.
   Warren dijo:
   - ¿Te importa que grazne?
   Liza graznó para evitar que Warren se pusiera pensativo. Después le rozó el cuello con los dientes, con la punta de la lengua."

La historia avanza pero ahora se sitúa unos años antes, cuando Liza y Kenny, durante su infancia, acuden a pasar los sábados en casa de su vecino Ladner y su novia Bea:
   "Así empezaron a pasar los sábados -y, en verano, casi todos los días- con Ladner. Su padre les dijo que le parecía muy bien, si Ladner era lo suficientemente tonto para aguantarlos.
   - Pero más os vale no enfadarle, o si no, os desollará vivos -les dijo-. Como hace con sus bichos. ¿No lo sabíais?
   Sabían lo que hacía Ladner. Les dejaba mirar. Le habían visto dejar monda la cabeza de una ardilla y ensamblar las plumas de un pájaro con alfileres y un alambre muy fino. Cuando tuvo la certeza de que serían cuidadosos, les permitió colocar los ojos de cristal. Habían visto cómo despellajaba los animales, les raspaba la piel y la salaba, y después la dejaba secar con la parte de dentro para afuera antes de enviarla al curtidor, que le ponía un veneno y así no se agrietaba ni se desprendía el pelo.
   Ladner ajustaba la piel a un cuerpo en el que nada era de verdad. El de un pájaro podía construirse todo de una pieza, de madera tallada, pero el de un animal más grande era un armazón prodigioso, de alambre, arpillera, cola, arcilla y papel mezclados.
   Liza y Kenny cogían cadáveres desollados duros como sogas. Tocaban tripas que parecían tuberías de plástico. Aplastaban las órbitas de los ojos hasta reducirlas a gelatina. Después se lo contaban a su padre.
   - Pero no vamos a coger ninguna enfermedad -dijo un día Liza-. Nos lavamos las manos con jabón desinfectante.
   No todo lo que aprendían era sobre cosas muertas. ¿Qué grita un mirlo? Ven aquíii! ¿Y el troglodito? ¡Que me hago pipí!
   - ¿De verdad? -dijo su padre.
   Al cabo de poco tiempo sabían muchas más cosas. Al menos Liza. Conocía aves, setas, árboles, fósiles, el sistema solar. Sabía de dónde habían salido ciertas rocas y en el tallo de la vara de oro hay un gusanito blanco que no puede vivir en ningún otro sitio.
   También sabía que no tenía que hablar tanto sobre lo que sabía."

El final de la escena anterior Munro apunta unos primeros abusos que en breve desvelará del todo al lector. Apuntemos pues uno más a la larga lista de los taxidermistas de ficción atormentados, enfermos o psicópatas.

Alice Munro (1).
Alice Ann Ladlaw, Alice Munro,
(Wingham, 1931 - Port Hope, 2024), se casó con 20 años con James Munro a quien conoció en la Universidad de Western Ontario. Al año siguiente nació la primera de sus tres hijas. Por aquella época comenzó a escribir cuentos durante su escaso tiempo libre. En 1963 la familia se trasladó de Vancouver a Victoria, donde le matrimonio regentó una librería. En 1968 publicó su primer volumen Danza de las sombras, libro de cuentos que le valió el mayor premio literario de Canadá, el Governor General's Award, que ganaría en dos ocasiones más. Munro se divorció en 1972 y regresó a Ontario donde se convirtió en escritora residente en la universidad. En 1976 se casó con Gerald Fremlin y consolidó su carrera literaria. Sus recopilaciones de relatos, la mayoría publicados antes en revistas, donde trata siempre acerca de las relaciones humanas, son La vida de las mujeres (1971), Algo que quería contarte (1974), ¿Quién te crees que eres? (1978), Las lunas de Júpiter (1982), El progreso del amor (1986), Amistad de juventud (1990), Secretos a voces (1994), El amor de una mujer generosa (1998), Odio, amor, amistad, noviazgo, amor, matrimonio (2001), Escapada (2004), La vista desde Castle Rock (2006), Demasiada felicidad (2009) y Mi vida querida (2012), En 2013 recibió el Premio Nobel. Falleció en 2024 a causa de una demencia que la acompañó durante sus últimos doce años.

 
Crédito.-
(1) Imagen de 2006. MacDowell/Wikimedia Commons.
 
 
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Taxidermidades, 2024.
 
 
Bibliografía:
Alice Munro  Open Secrets, McClelland & Steward, Toronto, 1994.
Alice Munro  Secretos a voces (traducción de Flora Casas), RBA, Barcelona, 2008.

Recursos:
Artículos sobre Literatura y Taxidermia en Taxidermidades.
Artículos sobre Cuentos y Taxidermia en Taxidermidades.