"Das Ausstopfen der Tiere" de Hermann Wohlbold.


Das Ausstopfen der Tiere, edición de 1921.
Publicado por vez primera en 1916, el manual Das Ausstopfen der Tiere, en español El disecado de animales, obra de Hermann Wohlbold, ocupa 61 páginas y tan sólo contiene tres ilustraciones, las que acompañan el texto de este artículo. Fue editado en Leipzig por Hachmeister & Thal, que lo incluyó en la serie Lehrmeister Bücherei, la Biblioteca del Profesor, una serie con centenares de libritos instructivos de temas variados. El tratado se reimprimiría en 1921 -la edición de que dispongo- y en 1931. Desconozco datos del autor.
 
La introducción advierte de que la publicación sólo "puede considerarse, por supuesto, como una primera guía para aquellos que deseen trabajar en este campo. Puede mostrarle cuál es la razón, consejos a seguir. Lo que no puede ofrecerle es la habilidad para ejecutarlo, que sólo puede adquirirse mediante práctica prolongada. El principiante a menudo fracasará, sus dedos no obrarán con suficiente habilidad y su ojo deberá encontrar su correcto punto". Y prosigue con consejos comunes en este tipo de tratados: prestar atención a los detalles, observar los animales en la naturaleza, trabajar sin prisa, etc.
 
Siguiendo el orden de sus apartados, el contenido se inicia advirtiendo sobre los trabajos preparatorios, la estación del año óptima, cómo cazar los ejemplares, evitar que se manchen, taponado de orificios, limpieza y secado del plumaje o pelaje, observación de la posición y características de los ojos, colocación de las alas, dibujado de un boceto, toma de medidas, anotación de los colores de patas y carúnculas, etc.
 
En cuanto al desollado, comienza con las aves. Después de relacionar el instrumental y el material que se precisará, se refiere al ornitólogo Johann Friedrich Naumann y a su sencillo consejo para evitar que las plumas se ensucien durante este trabajo, interponiendo una hoja de papel entre la piel y el plumaje, y el cuerpo sin piel. Wohlbold comienza pues a revelar sus fuentes. El desollado es el ordinario que conocemos, no nos repetiremos. En este punto el autor enlaza con los mamíferos: "Así como hemos descrito aquí detalladamente el desollado del tronco de las aves, generalmente se sigue el mismo proceso con el tronco de las aves". Tras las correspondientes particularidades, vuelve a retomar el desollado del ave alcanzando la cabeza hasta el pico -reaparece Naumann-, aborda el descarnado de los huesos de las extremidades; y concluye este apartado con los mamíferos.
 
 
"Desollando un cuervo".

 
La buena conservación, advierte Wohlbold, dependerá de un correcto desengrase de la piel raspándola. Para evitar la humedad, igualmente destructiva, conviene deshidratar la piel, para lo que el autor recurre a Robert Voegler, quien recomienda una solución, que denomina "curtido blanco", compuesta por 2 partes de alumbre (1) y 1 parte de sal común, disueltas en agua caliente, aplicada a pincel. Wohlbold propone aquí orear y secar la piel vuelta durante varios días, previo a la aplicación del conservante. Tras advertir de la peligrosidad en la manipulación de algunas sustancias tóxicas, revela la fórmula de la mixtura: 1/2 kilo de carbonato sódico (o una mezcla a partes iguales de carbonato de sodio y potasa) y alrededor de 1 kilo de arsénico blanco, disueltos en agua caliente. Ésta se aplicará a pincel al interior de la piel, que se oreará durante un día. Una alternativa a esta especie de jabón arsenical, afirma el autor, es arcilla arsenicada, recomendada -lo cita- por Philipp Leopold Martin (2), compuesta por arcilla seca añadida a una solución saturada de arsénico, mezclada hasta formar una pasta espesa.
 
Acerca del relleno de la piel, Wohlbold se refiere al simple henchido tras el alambrado, un método imperfecto, afirma, pero que puede ser válido para pajarillos. También al tallado de un cuerpo en un material blando como turba o corcho, atribuyendo a Otto Ernst Oppermann (3) su descripción por primera vez en 1835 (4). No obstante para el autor el mejor relleno consiste en la confección de un cuerpo artificial con alambre y estopa, heno, viruta de madera o algas secas, e hilo, técnica que se estardarizaría hasta prácticamente la actualidad. En mamíferos de mayor tamaño Wohlbold añade que en mamíferos, como columna vertebral del cuerpo artificial se puede aprovechar la del propio animal, convenientemente descarnada y atravesada longitudinalmente con un alambre en su interior para dotarla de consistencia. Como dato curioso, un método de limpieza de huesos, expone el autor, consistiría en sumergirlos en agua con renacuajos, para que estos realicen el trabajo. Wohlbold insiste en imitar las medidas y las formas del cuerpo extraído, advirtiendo que tanto Naumann como Voegler recomiendan que el cuello de los pájaros sea ligeramente más corto que el original. Sobre el grosor adecuado de los alambres de las patas y alas afirma literalmente que "cada uno lo hallará fácilmente", pero para aquellos principiantes más ansiosos reproduce un párrafo de Naumann. Resta formar los músculos de patas y alas con estopa e hilo, fijar los alambres al cuerpo artificial y coser la piel. Una vez montado en su peana, Wohlbold recomienda secar el ejemplar en una habitación cálida, ventilada y no habitada, para evitar respirar el perjudicial para la salud arsénico evaporado.
 
 
"Relleno corporal de una ardilla con soporte de alambre".

 
El cuerpo artificial de estopa es válido para los mamíferos. El autor escoge como ejemplo el de una ardilla e insiste en que el cuerpo no debe ser ni muy largo ni muy delgado, y que debe prestarse mayor atención que con las aves en la formación de los músculos de las patas, tomando como muestra los naturales. Para el modelado de la cabeza el material a emplear es la arcilla. Prosigue con la aplicación de preservativo a la piel, la introducción del cuerpo artificial, la fijación de los alambres de las extremidades y de la cola, y el cosido. Si las orejas son grandes se pueden rellenar y modelar con arcilla, y sin son pequeñas bastará sujetarlas entre piezas de cartón. Para aquellos animales montados con la boca abierta, Wohlbold enseña cómo confeccionar una lengua artificial fabricando un molde de escayola y rellenándolo de cera líquida.
 
El disecado de especímenes de otra clase lo resuelve del siguiente modo:
   "En general, los vertebrados inferiores se conservan por métodos distintos al disecado. Pero si desea o tiene que hacerlo -pensamos fundamentalmente en serpientes, tortugas, sapos, etc.-, es más sencillo y fácil de hacer que con las aves y los mamíferos. Incluso disecar peces no supone ninguna dificultad, en comparación con las habilidades de los animales superiores.
   Se  puede pues prescindir de una discusión especial sobre el procedimiento utilizado en estos casos, y recomendar a quien se encuentre en la situación de tener que conservar un animal mediante este tipo de disecado, que simplemente lea con atención lo expuesto sobre las aves y los mamíferos, resultándole entonces fácil hacerlo."
 
"Boceto para la exposición de una marta".

 
Wohlbold concluye su manual aconsejando acerca de la terminación y colocación de los ejemplares terminados, en su peana, rama, tocón o roca, la posición correcta de las patas; el añadido de plantas deshidratadas, musgo seco, tallos o hierbas; la conservación de huevos y colocación de nidos. Y finalmente insiste en  el hecho de que su "breve guía" sólo contiene indicaciones y sugerencias y que será la práctica la que conduzca a alcanzar cierto nivel de habilidad. Le damos la razón.
 
Notas.-
(1) Bisulfato de aluminio, con propiedades curtientes.
(2) En realidad este era tan sólo uno más de entre los varios preservativos que Martin citaba en su Taxidermie (1869).
(4) El mismo en su manual y algunos autores posteriores atribuyen a Oppermann la innovación de la confección de un cuerpo artificial, pero como demuestro en el artículo dedicado al personaje, los primeros ensayos tuvieron lugar a finales del siglo XVIII y su empleo se generalizó a partir de 1800.
 
 
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Taxidermidades, 2025.
 
 
Bibliografía:
 
Philipp Leopold Martin   Die Praxis der Naturgeschichte. Ein vollständiges Lehrbuch über das Sammeln lebender und …  , volumen 1, Taxidermie oder die Lehre vom Konserviren, Präpariren und Naturaliensammlen auf Reisen, Ausstopfen und Aufstellen der Thiere, Naturalienhandel, etc.  ,  Berhard Friedrich Voigt, Weimar, 1869.
Johann Friedrich Naumann   Taxidermie oder dir Lehre Thiere aller Klassen am einfachsten und zweckmässigsten für Kabinette auszustopfen und aufzubewahren, praktisch bearbeitet , Hemmerde und Schwetschke, Halle, 1815.
Otto Ernst Oppermann  Über kunstgemäßes Ausstopfen der Thiere, besonders der Vögel, oder naturgemäßes Nachbilden der Vögel, mittelst ihrer abgezogenen Häute, durch eine dazu neu ermittelte Methode und Verfahrungsweise, eilautert durch Zeichnungen, zum Unterricht für Liebhaber dieser Kunstarbeit , Johann Einrich Rieck, Delmenhorst, 1835.
Robert Voegler  Der Präparator und Konservator. Eine praktische Unleitung zum Erlernen des Ausstopfens, Konservierens und Skelettierens von Vögeln und Säugertieren , Creutz’sche, Magdeburg, 1895.
Hermann Wohlbold  Das Ausstopfen der Tiere, Hachmeister & Thal, Leipzig, 1916.
 
Recursos: